Fernando Vázquez Rigada Toda guerra la ganan soldados desconocidos. Los generales importan, claro. Pero, ¿qué es un general solo? Así será esta elección. Si los ciudadanos nos involucramos en los 40 días que restan, frenaremos la destrucción del país. Sólo esta semana, Morena expropia, cercena el derecho de amparo, le da al ejecutivo la facultad […]
Publicado por Redacción MH
Fernando Vázquez Rigada
Toda guerra la ganan soldados desconocidos. Los generales importan, claro. Pero, ¿qué es un general solo?
Así será esta elección. Si los ciudadanos nos involucramos en los 40 días que restan, frenaremos la destrucción del país.
Sólo esta semana, Morena expropia, cercena el derecho de amparo, le da al ejecutivo la facultad de sacar de la cárcel a cualquier criminal, intenta apoderarse de las Afores y se registra el día más violento: 104 ejecutados.
El riesgo es real. La decisión es nuestra.
Tenemos elites económicas sin valor. Castradas. Silenciosas. Velando por sus intereses, sin ningún vínculo con las necesidades del país.
Así se demostró en la convención bancaria, en medio de un estado martirizado y devastado, donde los ultra ricos le dijeron a López Obrador:
—Gracias por respetar la autonomía del Banco de México y no cambiar las reglas de la banca.
Así.
Agradecidos por respetar la Constitución y por permitirles esquilmarnos con intereses que no se pagan en ninguna parte del mundo.
Negociazo que permitió que sus utilidades crecieran 274% en el sexenio. Vaya negocio y vaya izquierda en el poder.
Más que Juárez, parece Díaz: perro con hueso en la boca, no ladra.
No, pero mueve la cola.
Con la excepción honrosa de unos cuantos como —Coparmex y Salinas Pliego—, las elites económicas han sido sumisas y, al serlo, cómplices del desastre.
La posibilidad de triunfo no está en ellas. Está en ti.
Entendamos algo: la campaña presidencial no es de Xóchitl: es de todas y todos.
En un país tan grande y diverso, tenemos la obligación de difundir, organizar células de activismo, convencer indecisos, sacar a votar a personas el día de la elección.
Quienes creemos en la libertad, la democracia, la ley, la justicia social, la igualdad de género, el respeto, tenemos a obligación de levantarnos y actuar.
Nadie lo hará por nosotros.
No esperes a Estados Unidos. Ni a los grandes capitales. Ni a Xóchitl.
Eres tú.
¿Crees que Xóchitl ha tenido yerros? Sí, es humana. ¿No crees en el PRI y el PAN? Estás en tu derecho, yo creo menos en Morena y el Verde. ¿La campaña del Frente podría ser mejor? Sin duda, y tú, ¿qué aportas? ¿Tus críticas sentado en un café? ¿Tus ácidos y demoledores análisis en chats con tus cuates en Whatts?
Pues te tengo una noticia: no sirve. Hay que organizar a grupos pequeños de personas y sacarlos a votar.
Convence a tus hijos: su futuro no puede depender de un estribillo pegajoso ni la frivolidad de unos tenis. Amplía la búsqueda de voto a tu familia. Ubica a tus compañeros de trabajo y divídelos: afines y posibles votantes del Frente. Habla con tus trabajadores: su empleo es más valioso que una ayuda de gobierno.
Hay que seguir haciendo activismo y salir a las calles. Que nuestra causa sea visible y poderosa.
Ningún general gana nada. Todas las guerras las ganan los soldados desconocidos.
Nosotros.
Y esta es la guerra más importante de nuestras vidas.
