De política Alejandro Álvarez Manilla

Atentados y ataques por venganza política o imposición de la mafia delincuencial, hasta la mañana de este domingo se han registrado 34 asesinatos de actores políticos, donde los estados con mayor conflicto son Chiapas y Guerrero

En tan solo cuatro días, 16 personas de Morena y del Partido Popular Chiapaneco han perdido la vida en diversos ataques armados.

En guerrero un aspirante a concejal fue descuartizado junto a su esposa, y sus restos fueron dejados en una zona popular de Acapulco.

Sin olvidar el atento que sufrió Alessandra Rojo De La Vega, candidata coalición Fuerza y Corazón por México a la Alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, cuando ella acudió al llamado de una mujer que presuntamente era violentada en la zona de Tepito, ahí fue donde le dispararon cinco ocasiones al vehículo en que ella estaba,   

Ante estos 34 candidatos asesinados, se tiene miedo de participar hasta como funcionarios de casillas, y ahora hasta para acudir a los mítines políticos, ante la tragedia ocurrida enNuevo León, donde un escenario colapso y provoco la muerte de algunas personas que estaban en un evento de campaña de Movimiento Ciudadano.

Así los más de 20 mil aspirantes a cargos de elección popular, hacen campaña rodeados de guardias de seguridad privada y pública. Aunque quienes han sido víctimas de la violencia son candidatos a ser concejales y aspirantes a alcaldes, y que con el actuar de delincuentes contratados para esos crímenes dejan el horror plasmado ante la ciudadanía.

Los candidatos al senado, diputación federal y a gobiernos son cuidados por elementos de la Guardia Nacional, por lo cual están bien protegidos. Pero esta sangrienta elección, nos recuerda cuando la política en México hace 100 años se hacia con revolver en mano, actualmente se contratan a sicarios para estos ataques.

En 11 días llegaremos a la elección más competida de esta temporada hay 97 millones de electores que deberán acudir este 2 de junio a votar, y esperemos que sea en paz y copiosa para así evitar llegar a vivir tensiones poselectorales.