La violencia patriarcal y la necesidad de control que ejercen los padres en el núcleo familiar es una historia que se ha forjado en millones de familias alrededor del mundo y que se ha heredado a través de generaciones, y esa es la premisa sobre la que se ha construido “El hijo del hombre”, la […]
La violencia patriarcal y la necesidad de control que ejercen los padres en el núcleo familiar es una historia que se ha forjado en millones de familias alrededor del mundo y que se ha heredado a través de generaciones, y esa es la premisa sobre la que se ha construido “El hijo del hombre”, la más reciente novela del escritor francés Jean-Baptiste del Amo.
El escritor francés comenta a Efe, en el marco del Hay Festival 2022, que “El hijo del hombre” es una historia que se ha ido gestando a lo largo de su carrera y conforme escribía los libros previos, pero cobró especial relevancia con “Una educación libertina”, su novela anterior, donde se sembró la semilla de esta historia, pues ya en aquel libro se hablaba de la transmisión de la violencia en la familia y la dominación del hombre sobre la naturaleza.
Sin embargo, en esa obra quedó inconclusa la idea y Del Amo señala que se sentía insatisfecho “porque sentía que no había abarcado todas las posibilidades de esa temática”, de ahí que en esta ocasión se centrase en tres personajes sin nombre, situados en una unidad de tiempo y espacio.
“No es para nada una historia familiar, pero es un libro que se ha ido gestando a medida que he ido escribiendo mis libros anteriores. Siempre siento que mi libro anterior lleva la semilla del libro siguiente y el anterior libro abarcaba cinco generaciones, un siglo en la historia de Francia que contó la historia de una familia de agricultores que iban poco a poco a convertirse en los dueños de una ganadería intensiva”, relata.
Sin embargo, con el “Hijo del hombre” buscaba un aproximación opuesta con una familia de solo tres personajes y en una unidad de tiempo y espacio, una historia que se fue construyendo de forma “misteriosa” incluso para el propio autor, aunque reconoce que los orígenes son personales e íntimos, por la historia que guarda su familia.
“Los orígenes son mucho más personales, íntimos, mucho más misteriosos incluso para mí. Por parte de mi padre vengo de una familia de inmigrantes españoles que dejaron España varios años después de la Guerra Civil, y esa parte de la historia de mi familia siempre quedó demasiado misteriosa para mí”, explica el autor francés.
“Me acuerdo de mi abuelo paterno que verdaderamente era el típico patriarca español y además no le entendía a su idioma y eso para un niño crea un imaginario, y poco a poco en mi vida lo transformé para que se convirtiera en un material literario, que uso hoy para interrogar el patriarcado y la violencia del hombre”, añade.
Es por ello que considera que la construcción de este libro se plasmaron obsesiones, miedos, fantasmas, pero también un trabajo de elaboración y de búsqueda para poder crear el universo que se construye en el libro.
“Esta novela se puede leer simplemente como una historia de ficción, pero también como una metáfora de la humanidad, pues la temática es de suma relevancia para él, ante sociedades que van despertando y tomando conciencia de la urgencia ecológica y del callejón sin salida en el que se está entrando de forma colectiva”, agregó.
El autor asegura que el “Hijo del Hombre” no busca dar un mensaje en particular, sino que, por el contrario, pretende ser un viaje personal del lector, con el que se verá identificado ante una historia que se vuelve familiar y, para la mayoría, parte de su memoria de vida.
“La verdad yo nunca tengo un mensaje que entregar y creo que es un error por parte de los escritores de querer entregar un mensaje; un libro tiene que ser una manera de ver el mundo que compartimos y aunque lo escribamos con una convicción, es el lector el que debe de tomar sus propias decisiones”, concluye.
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