De política Alejandro Álvarez Manilla El próximo 1 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador rendirá su ultimo informe de gobierno, ante miles de simpatizantes en el zócalo de la Ciudad de México. Concluye cinco años 10 meses al frente de la presidencia, con aciertos y casos sin resolver como inseguridad, corrupción e insistencia en materias […]
De política Alejandro Álvarez Manilla
El próximo 1 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador rendirá su ultimo informe de gobierno, ante miles de simpatizantes en el zócalo de la Ciudad de México.
Concluye cinco años 10 meses al frente de la presidencia, con aciertos y casos sin resolver como inseguridad, corrupción e insistencia en materias de salud.
Pero si fue un gobierno del cambio, puesto que polarizo a la sociedad las clasifico en FIFIS y CHAIROS, es decir pobres y ricos. Ultimo la tecnología y en ella la inferencia de las redes sociales a través de sus propias cuentas, y sus afines llamados “periodistas alternos”.
Uso los medios de comunicación oficiales para promover su gobierno y a él en especial, ya que las televisoras del Estado transmiten de lunes a viernes sus conferencias matutinas, donde lo que ahí se dice es lo único verdadero, sin importar dar imágenes de personas o empresas.
La continuidad seguirá, con la presidenta electa Claudia Shienbaum quien, si continuara con las obras inconcusas que deja, como el plan del agua saludable en la Comarca Lagunera en el norte del país, hospitales inaugurados sin concluir, la refinería dos bocas sin refinar petróleo crudo a gasolinas, un Tren Maya que falta concluir, pero ya inaugurado también.
Unas reformas Constitucionales que hay prendido redes sociales, trabajadores implicados empresarios y hasta embajadores representantes de los países que integran el tratado comercial T-Mec.
Deja López Obrador una herencia política consolidada con una sobrereprenstación legislativa, que a unos días de dejar el poder buscará desparecer órganos autónomos de regulación en transparencia, telecomunicaciones y comercio, mismos que tiene entre 30 a 20 años de creados.
En fin, López Obrador deja una herencia mayor a la que dejo el PRI en su época de totalitarismo hegemónico, que lo llevo a minimizarse. Esperemos no sea el caso y MORENA olvide esa herencia y repunte para bien de los mexicanos
La herencia de López Obrador son 24 gobiernos estatales de MORENA, y solo Aguascalientes, Querétaro, y Guanajuato del PAN, Coahuila y Durango del PRI, Jalisco y Nuevo León de Movimiento Ciudadano.
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