JORGE HERRERA VALENZUELA ¡Y… faltan 9 meses y lo que resta de diciembre 2023! Hemos llegado al momento de pensar qué deseamos para el futuro de México, cuya imagen internacional está por los suelos, afirmó el litigante Marcelino Loyez Benítez, a sabiendas de que al Presidente de la República Mexicana eso no le importa, porque […]
JORGE HERRERA VALENZUELA
¡Y… faltan 9 meses y lo que resta de diciembre 2023!
Hemos llegado al momento de pensar qué deseamos para el futuro de México, cuya imagen internacional está por los suelos, afirmó el litigante Marcelino Loyez Benítez, a sabiendas de que al Presidente de la República Mexicana eso no le importa, porque él sigue en segundo lugar de popularidad en el mundo.
Al negarse a ocupar la residencia presidencial de Los Pinos, construida por órdenes del presidente Lázaro Cárdenas del Río, e irse a vivir en un departamento adaptado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, en Palacio Nacional, jamás imaginó el abogado Loyez Benítez, que se convirtiera en una propiedad privada y en iguales circunstancias la Plaza de la Constitución.
Las limitantes para caminar libremente por la Plaza de la Constitución, nuestro presumible Zócalo, cada vez aumentan hasta el grado de que está circundada por una barra metálica de color negro. Los cuatro costados cerrados al paso de los peatones.
Por órdenes presidenciales, al gobierno de la Ciudad de México, se cerraron las puertas de las dos entradas que dan a la Plaza de la Constitución, lo que obligar a los pasajeros de la Línea 2 del Metro a bajar en las Estaciones Pino Suárez o Bellas Artes.
Los viandantes no podemos cruzar, como se acostumbró, de la esquina de 5 de Febrero y los portales Poniente del Zócalo hacia la contraesquina para entrar a la calle Moneda, por ejemplo. Los taxistas ya no hacen “dejadas” cercanas a ese punto.
“Dejada” fue un término que usaron “los ruleteros”, inclusive Joaquín Pardavé filmó “Dos pesos dejada”, en 1949, acompañado de Sara García y Abel Salazar.
En este sexenio “juntos seguimos haciendo historia”.
La Puerta de Honor, la que está a unos metros de la calle Corregidora, no se abre. Ese paso es para el vehículo del presidente de México y muy distinguidos invitados. La Central daba acceso al público nacional y extranjero, visitantes que recorrían las instalaciones. La Puerta Mariana, esquina de la calle Moneda, era el acceso a la Tesorería de la Federación. Tampoco da servicio.
Restringida la circulación en el tramo del Zócalo a Correo Mayor, por la calle Corregidora, costado Sur del colonial edificio donde vivieron virreyes, permanecieron una noche Maximiliano y Carlota, ahí murió Benito Juárez y en un salón velaron los restos de dos presidentes.
De acuerdo que no es la primera vez que se da un hecho similar. En las festividades oficiales por unas horas se interrumpe el paso, así como cuando hay manifestaciones de apoyo o de protesta. El tránsito de vehículos se suspende con frecuencia desde la salida del paso a desnivel de Fray Servando para entrar a la avenida 20 de noviembre. Los vehículos dan vuelta a la izquierda en José María Izazaga.
Se me informó que, desde días anteriores, la orden de cerrar hasta el paso de peatones obedece a las marchas de los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, y otros grupos. Las barreras metálicas son para que no pintarrajeen la fachada o intenten quemar las puertas.
Recuerdo que en julio de 1974 fue cerrada la circulación en el Zócalo durante dos horas, un domingo, para que la ciclista internacional “Popis” Muñoz hiciera un circuito para festejar sus veinticinco años de practicar ese deporte. La autorización fue dada por el Jefe del Departamento del D.F., licenciado Octavio Sentíes Gómez.
VALIENTE DEFENSA DEL PUEBLO
Conocer nuestra Historia Patria debería ser una materia, desde el primer año de Primaria hasta el último día de ser alumno preparado para recibir un título profesional.
Dos factores primordiales impiden lo anterior. En los planes de estudio la materia está de hecho eliminada o casi. No interesa impartir la clase de Historia de México. La mayoría de los mexicanos, incluyendo a funcionarios públicos y a legisladores federales o locales, argumentan no interesarles saber del pasado.
Está comprobado que pocos mexicanos y mexicanas, niños, jóvenes y adultos, desconocen que algún día la bandera de las barras y estrellas, la de Estados Unidos de América estuvo en la asta bandera del balcón central de Palacio Nacional.
Fue el 14 de septiembre de 1847 cuando la tropa norteamericana, al mando de Winfield Scott, tomó las instalaciones presidenciales y decidieron ondear su bandera. Eran los días de la invasión yanqui después de haberse apoderado de la mitad del territorio mexicano y luego de una serie de batallas en la Ciudad de México, entre ellas la del Castillo de Chapultepec.
La reacción del pueblo fue violenta contra los invasores. Se “armaron” con garrotes, cuchillos, piedras y algunos rifles. Combatieron hasta el día siguiente y les causaron bajas a los norteamericanos. El presidente Antonio López de Santana arengó a la gente, instándola a que cesaran en su resistencia civil. Él y sus oficiales salieron de la Capital rumbo a Querétaro y Manuel de la Peña y Peña, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asumió el 16 de septiembre la Presidencia de México.
Este es un pasaje en que los mexicanos demostraron su patriotismo, a pesar de estar muy superados en armamento por los intrusos. Los yanquis permanecieron posesionados de las instalaciones presidenciales hasta entrado el año 1848.Este comentario sintetiza el suceso e invita que busquen, estimados visitantes de este diario digital, las páginas históricas.
UNA NOCHE EN PALACIO
Consumada la segunda invasión francesa, a raíz de que el presidente Benito Juárez declaró la moratoria para pagar una deuda a los franceses, el 12 de enero de 1864 llegaron a la Ciudad de México el austríaco Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota, llamados por un grupo de mexicanos conservadores para instalar el segundo imperio en México.
En una crónica histórica quedó asentado que la pareja imperial se dirigió a Palacio Nacional y tuvo una desagradable recepción, al entrar a la alcoba. Leí que Maximiliano tuvo que dormir sobre una mesa de billar, “porque la cama estaba invadida por las chinches”. Al día siguiente decidieron irse a vivir al Castillo de Chapultepec.
Aunque no hay información de que la joven pareja haya recibido mal trato, tampoco tuvo problemas al declarar como residencia imperial el Castillo de Chapultepec, cuya remodelación al gusto de la emperatriz se mantuvo hasta después de su salida. El presidente Juárez ordenó no cambiar la decoración ni retirar objetos artísticos, pues “eso también es parte de la historia”.
Cuando Maximiliano empezó a recorrer la República, dejó como Regente del Imperio a su esposa Carlota Amalia, título que le otorgó desde su arribo a México.
Sin embargo, los invasores extendieron sus acciones por diferentes partes del territorio mexicano, dominando a las fuerzas militares mexicanas, mismas que el 5 de mayo de 1862 fueron derrotadas en la Batalla de Puebla.
Juárez salió de la Capital Mexicana y por un tiempo se convirtió en el Primer y Único presidente Itinerante, sin desconocer que otros presidentes por breve lapso trasladaban la sede del Poder Ejecutivo Federal a otras ciudades.
Breviario Cultural
Francisco Maximiliano José María de Habsburgo Lorena.
Marié Charlotte Amélie Agustine Victorie Clementina Leopoldina de Segonia-Caburgo-Gotha.
CAMBIO RADICAL DEL CANDIDATO
Los más de treinta millones de votos que lo llevaron a la Presidencia de la República, tras de dieciocho años de campaña como aspirante presidencial, lo hicieron porque estaban ciertos de que llegaría el mexicano capaz de transformar al País, de combatir la corrupción y la impunidad, de devolver la paz atacando con fuerza a la delincuencia organizada y no ser igual que sus antecesores.
A cinco años de distancia del 1 de diciembre de 2018, la situación no sufrió transformación alguna. Los corruptos siguen gozando de impunidad. La delincuencia organizada ya lleva casi 175 mil asesinatos y los narcotraficantes, extorsionadores, secuestradores y asesinos, dominan en la mayor parte del territorio.
“Los Chapitos”. “El Mayo” Zambada y “El Mencho” Oseguera, operan con toda libertad. Extendieron sus redes hacia Europa y Africa. Aquí ellos fijan tiempo para, momento para cosechar, cantidades de siembras, cobran derecho de piso, extorsionan a los productores y “regulan” la economía.
Las políticas presidenciales de “nada de que la Ley es la Ley” y “abrazos no balazos” se aplican. Existe la amenaza de liquidar, desaparecer, todas las instituciones autónomas “porque no sirven para nada”. Quiérase o no estamos viviendo en un régimen militarizado, encargado de las obras que corresponde hacer, vigilar y cuidar a la sociedad civil.
Como se produjo un cambio radical del candidato presidencial, del Movimiento de Regeneración Nacional, éste convertido en supuesto partido político e inteligentemente denominado MORENA y suspender “la mañanera” del 12 de diciembre, por respeto a la Virgen de Guadalupe, es mostrarse que la llamada izquierda si aplicó una transformación, por veinticuatro horas, el gobierno de izquierda, pasó a ser de derecha.
Desapareció al Estado Mayor Presidencial, porque el pueblo era su mejor guardián. “El pueblo bueno y sabio” lo custodiaba. No necesitaba guardaespaldas, guaruras o como quieran llamarle.
Está demostrado que ese pueblo bueno y sabio ya no está rodeándolo y prefiere ver de muy lejecitos los desastres que causa la naturaleza, porque él .tiene que cuidar la investidura presidencial y afirma reiteradamente que los medios le preparan eventos para que la gente lo abuchee y le falte al respeto.
¿A qué se dedicará su equipo de logística, si existe, porque esos detallitos son de su competencia? Claro, un restaurantero es el responsable de esa tarea.
El miedo lo aterroriza y actúa con medidas extremas, dictatoriales. Las manifestaciones populares lo obligaron a encerrarse en Palacio Nacional, a no convivir con el populacho.
Cinco transportes militares, patrullas policiacas y vehículos blindados son su actual “guaruriza” para asistir a eventos a cielo abierto, con acarreados que no protestarán.
Los comentarios están cerrados