Transformando el Mundo del Trabajo Agradezco a nombre de los Trabajadores, a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social por generar estos espacios de diálogo, que esperamos no solo nos haga reflexionar sobre los impactos de la Reforma Laboral para transformar el mundo del trabajo y los compromisos que debemos mantener para cumplir con la […]
Transformando el Mundo del Trabajo Agradezco a nombre de los Trabajadores, a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social por generar estos espacios de diálogo, que esperamos no solo nos haga reflexionar sobre los impactos de la Reforma Laboral para transformar el mundo del trabajo y los compromisos que debemos mantener para cumplir con la legalidad, sino que las acciones se traduzcan para elevar el nivel de vida de los Trabajadores con Justicia Social.
Todos de alguna manera tenemos una visión del mundo laboral y su recorrido a lo largo de la historia en nuestro país, nuestra legislación surge de grandes luchas obreras con un alto contenido social y humano. Sin embargo, si revisamos las condiciones actuales en que viven muchos Trabajadores, nos daremos cuenta que hay una deuda pendiente en muchos sectores.
Los recientes cambios que se consideraron en la Reforma Laboral representan una gran transformación en política laboral y sindical, sobre todo en algo que no se había dado, como la justicia laboral, la libertad y la democracia sindical. Esto nos obliga a crear un momento para la reflexión y revisión de la vida sindical en nuestro país, es momento para la evaluación de las condiciones en que vive la clase Trabajadora.
Reconocemos que la intención del actual Gobierno en materia laboral debe ser, sin duda, para dar el instrumento que permita a los Trabajadores tener una mayor participación que lleve a una justa distribución de la riqueza generada por la transformación de su esfuerzo.
Debemos cuidar que en la implementación de la actual Reforma Laboral no se rebasen los límites del derecho de la autonomía sindical ni se trastoquen los principios y valores del sindicalismo, como la unidad y la solidaridad, herramientas útiles y necesarias para empoderar al Trabajador y tener una posición de mayor equilibrio.
Sin menoscabo de que algunas prácticas sindicales en México se han desvirtuado abandonando los objetivos fundamentales para lo que fue creado, no justifica su acotación o extinción.
Quienes piensen así le quitan instrumentos al Trabajador para alcanzar la justicia social. En este contexto, por supuesto que rechazamos la práctica sindical como una simulación, debemos retomar el compromiso que le dio origen y su razón de ser.
El sindicalismo en el mundo tiene retos fundamentales que marcan de manera única su historia actual. Estamos en una nueva etapa que debe estar sustentada por procesos legítimos de democratización y rendición de cuentas, que aliente la cultura de legalidad y corresponsabilidad. Debemos entender a los Sindicatos como instrumentos de lucha para la justicia de los Trabajadores, y NO como una estructura que sirva a otros intereses.
Tenemos el reto de ser protagonistas en un incluyente y nuevo Pacto Social que dé más beneficios a los Trabajadores. Nunca en la historia de la humanidad había existido tanta desigualdad.
Por esto se busca fortalecer los grandes objetivos como la emancipación de los derechos, la participación activa en el fortalecimiento de la planta productiva y la generación de empleo, sobre todo para los jóvenes. La participación activa de los Sindicatos significa volvernos un ente científico laboral, que sea capaz de analizar la productividad de las empresas, los mercados y la competencia, conocer la influencia internacional sobre el producto generado, entre otros.
Es decir, convertirnos en actores fundamentales de la producción y la subsistencia de las fuentes de empleo, cambiar el discurso de la confrontación o sumisión por el diálogo productivo, ser actores de nuestro devenir histórico como Trabajadores, no repetir la historia de ver pasar los acontecimientos y solo resentir sus efectos.
Asumimos el reto, en favor de realizar todos los cambios estructurales que México necesita, todos aquellos que se requieren para elevar su competitividad a nivel mundial, convirtiéndose así, en un país más eficiente y con una mejor productividad, que fomente la creación de más y mejores empleos, que retribuyan el esfuerzo productivo, que dignifiquen y humanicen el trabajo reconociendo al Trabajador como persona humana y no como herramienta de trabajo.
Por convicción Sindicalista debemos apoyar todas aquellas políticas que ayuden a elevar el nivel de vida de los Trabajadores. No se debe escatimar ningún esfuerzo y respaldo a todas las transformaciones que se requieren para tener un mejor Estado de Bienestar y Social.
La libertad sindical debe darse sin debilitar a las organizaciones y sin injerencias que paralicen la acción sindical. Tenemos la responsabilidad de conducir esta etapa de transición y libertad sindical libre de intimidación, amenazas y violencia.
La voz de los Trabajadores debe ser escuchada para afrontar todos estos retos, las nuevas formas productivas como el trabajo en casa, y sobre todo, la importancia no solo de la capacitación básica, sino de un verdadero emparejamiento entre la educación de los Trabajadores y las exigencias productivas de los cambios que vienen, las nuevas propuestas de trabajo, la digitalización, el mundo global, las redes sociales y principalmente, como ya lo mencioné, la creación de millones de empleos para las nuevas generaciones.
No quiero dejar pasar la oportunidad y aprovecho para reconocer y agradecer en nombre de los Trabajadores de México y sus Organizaciones a Guy Ryder, de origen sindicalista, por su trayectoria y contribución para el mejoramiento de los derechos de los Trabajadores, desde su organización sindical en el Reino Unido, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, la Confederación Sindical Internacional – CSI, donde tuve la oportunidad de participar en su constitución, en Viena, Austria, y su excelente dirección del máximo organismo laboral, la Organización Internacional del Trabajo.
Es hora de sumar más esfuerzos, ya que la complejidad de la problemática nacional no puede resolverse solo a voluntad de unos cuantos. Debemos aportar nuestro máximo esfuerzo y ser promotores permanentes de la UNIDAD para alcanzar la justicia social. Las Organizaciones de Trabajadores tenemos el compromiso de cumplir con nuestra razón de ser en el desarrollo integral de los Trabajadores y sus familias.
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