Luego de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ganó las elecciones con el respaldo del empresario Elon Musk, algunos medios de gran prestigio decidieron retirarse de la red social X. Entre las razones, se señala la “toxicidad” que la plataforma adquirió bajo el ala de Musk, así como también el alto volumen de desinformación que circula en […]
Luego de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ganó las elecciones con el respaldo del empresario Elon Musk, algunos medios de gran prestigio decidieron retirarse de la red social X. Entre las razones, se señala la “toxicidad” que la plataforma adquirió bajo el ala de Musk, así como también el alto volumen de desinformación que circula en la red social.
Desde que Musk adquirió Twitter para convertir el espacio en X, la plataforma experimentó grandes cambios. Entre ellos, hubo menor regulación de los contenidos que puedan incitar al odio. Además, las cuentas verificadas tuvieron más capacidad para compartir fake news sin ningún tipo de restricción.
El uso arbitrario de la desinformación en la red social fue uno de los factores que ayudó a Donald Trump a ganar las elecciones, afirman los expertos quienes señalan la serie de publicaciones que tanto Trump como Musk, entre otros, compartieron en sus cuentas personales: imágenes generadas con inteligencia artificial e información falsa, una tendencia bien recibida entre los seguidores del expresidente.
Ante este clima dentro de la red, el diario británico The Guardian, anunció su retiro de X. Con esta decisión el prestigioso periódico cierra oficialmente casi 80 cuentas en la plataforma, que sumaban aproximadamente 27 millones de seguidores. El diario indica que la razón detrás de esta decisión es la toxicidad de la plataforma, así como la manipulación que Musk hizo de la red social para que Trump gane las elecciones.
“Esto es algo que hemos estado considerando durante un tiempo dado el contenido a menudo perturbador que se promueve o se encuentra en la plataforma, incluidas las teorías de conspiración de extrema derecha y el racismo”, informa el diario en su página oficial. Además, indica que la campaña electoral en Estados Unidos confirma lo que pensaron durante mucho tiempo: “X es una plataforma de medios tóxica y que su propietario, Elon Musk, ha podido usar su influencia para dar forma al discurso político”.
A The Guardian le siguió el diario español La Vanguardia el cual acusó a X de ser “una caja de resonancia” en la cual encuentran lugar las teorías de la conspiración y la desinformación. A través de una editorial titulada “Un gesto necesario ante X”, el director del periódico, Jordi Juan, aseguró que el medio limitará su actividad en X a seguir las publicaciones de figuras relevantes “para poder informar puntualmente a sus lectores de mensajes y debates que puedan producirse en ella”. Sin embargo, el objetivo es “no contribuir con el tráfico creado por La Vanguardia al crecimiento de este canal“.
De esta forma, ambos periódicos respaldan una tendencia iniciada en 2023 por medios como NPR (radio pública nacional estadounidense), que en abril del año pasado anunció su retirada de la plataforma, y la cadena de televisión pública PBS. Además de los medios, una gran masa de detractores a la alianza Trump-Musk decidió retirarse de la red por las mismas razones planteadas por los periódicos.
X, una herramienta electoral
Musk, quien ocupara un lugar en el gabinete de Donald Trump junto a Vivek Ramaswamy para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, es acusado de utilizar su red social para reforzar mensajes a favor de Trump y las teorías conspirativas pregonadas por el presidente electo. Si bien los resultados están a la vista, este uso provocó una desvalorización de la red.
Según Fidelity, una de las inversoras que respaldó la compra de X por parte de Elon Musk, hasta enero de 2024, el valor de la red social cayó 71,5% desde la adquisición. Para octubre, la inversora recortó aún más su estimación y aseguró que X tenía un valor 79% menor comparado con los 44 mil millones que el empresario pagó por ella.
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