Por Luis Repper Jaramillo Relaciones Internacionales camorreras, de encono Genaro Estrada Félix, diplomático, excanciller mexicano y creador de la Doctrina Estrada, implementada el 27 de septiembre de 1930, en el gobierno del Presidente Pascual Ortiz Rubio, ideó el protocolo diplomático, que antes de 2018 diera lustre, presencia, respeto, dignidad internacional al Estado Mexicano, que López […]
Por Luis Repper Jaramillo
Relaciones Internacionales camorreras, de encono
Genaro Estrada Félix, diplomático, excanciller mexicano y creador de la Doctrina Estrada, implementada el 27 de septiembre de 1930, en el gobierno del Presidente Pascual Ortiz Rubio, ideó el protocolo diplomático, que antes de 2018 diera lustre, presencia, respeto, dignidad internacional al Estado Mexicano, que López Obrador, Morena y Transformación de 4ª, prostituyeron. Injerencista, camorrero, Andrés Manuel hizo perder al Gobierno de la T4a la distinción mundial que por décadas nos había distinguido. Hoy, el inquilino de Palacio Nacional interpreta a sus intereses y como antimexicano se ha enfrentado desde el monólogo de su soberbia (mañanera) a más de 20 países y organismos multinacionales, pues cree que el mundo “es Morena y T4a” a quienes mangonea, impone sus caprichos, frustraciones y desilusiones. El orbe “no lo pela” como sus chairos en México.
Decía que Genaro Estrada imaginó, diseñó y escribió su joya diplomática que dio valor mundial al Estado Mexicano en Política Exterior, bajo el Principio de “no intervención; libre autodeterminación de los pueblos” … Un signo toral de nuestra diplomacia.
Antes de la llegada a Palacio Nacional de Andrés Manuel López Obrador y su política externa de pacotilla, México con el PRI y el PAN respetó los asuntos internos de otros países y la autonomía de los organismos multinacionales de los que forma parte, ajustándose a los protocolos, lineamientos, acuerdos, decisiones, cooperación, aportación económica como nación miembro, Acatamiento de acuerdos, convenios, etc.
Sin embargo, tenemos que lamentarlo, con el arribo del tabasqueño a la Silla del Águila, la visión externa de su (des) gobierno aniquiló la diplomacia al imponer en la cartera de Relaciones Exteriores a un corrupto, transa, improvisado, político (no diplomático), larva, sumiso, “leal a ciegas”, frustrado, Marcelo Ebrard Cassaubón, que de asuntos consulares y exteriores sólo sabe que debe tramitar su pasaporte, obtener una visa para visitar el país que desee y desde luego contar con muchos dólares, euros, yenes, rublos, etc. De diplomacia es incompetente.
Ya en el cargo, Ebrard se dedicó a satisfacer los caprichos de López Obrador, especialmente internos, comprar pipas en Estados Unidos para acarreo de gasolinas, durante la crisis de huachicoleo, que propicio, omitió y protegió Andrés Manuel. Luego durante la pandemia de COVID 19 en 2020, el “canciller” (que no era su función) se dedicó a comprar vacunas anticovid, que debían realizar las Secretarías de Salud, Hacienda, etc. Mientras esto sucedía, muere en Gran Bretaña la Reina Isabel II.
Por protocolo y solidaridad México envió un emisario para manifestar condolencias. Correspondió al Secretario de Relaciones Exteriores (representante del Ejecutivo mexicano), Ebrard Cassaubón asistir a las exequias de la Monarca. Así lo hizo. Se acompañó de su esposa Rosalinda Bueso Asfura (hondureña), sin cargo público en el país.
Su presencia fue terrible, escarnio, viralización en redes sociales, vergüenza mundial, pues en pleno velorio, la pareja Marcelo/Rosalinda, se tomaron selfis, sonrientes, alegres, felices -como si estuvieran en una boda o fiesta de XV años-, ante la mirada de indignación, rechazo, críticas de los reunidos, por la falta de respeto al funeral de la reina que yacía en el ataúd. Marcelo subió a las plataformas virtuales sus recuerdos gráficos de un funeral de Estado. ¡¡Woow!! El canciller mexicano ridiculizó al gobierno de López Obrador.
Fue tan “ética” la convicción diplomática del “Carnal Marcelo” que, ignorando la vergonzosa situación de la política externa de México, “botó” la cancillería para enrolarse al juego perverso de la candidatura presidencial de Morena. Fue derrotado por Andrés Manuel, quien impuso a lagartija pestilente #EsClaudia, como aspiracionista “a la grande”. Marcelo se quedó “chiflando en la loma”.
Luego, el Peje, plantó en la Cancillería a Alicia Barcena. Bióloga, académica universitaria y con varios cargos públicos por México en organismos internacionales. Ex embajadora de México en Chile, exsecretaria Ejecutiva de la CEPAL/ONU. Cuando menos tiene más capacidad diplomática que Ebrard.
Lo inadmisible es que Barcena Ibarra no es independiente, soberana, plenipotenciaria, sólo responde a las ineficiencias diplomáticas de López Obrador, quien no la deja desempeñar el cargo, que sí sabe, pues como las larvas de la T4a, es sumisa, leal a ciegas, obediente, coptada.
Si volvieran a nacer cancilleres de la talla, probidad, honor como Genaro Estrada Félix, Alfonso García Robles, Bernardo Sepúlveda, Rosario Green, Santiago Roel y otros, volverían a morir al ver la porquería de política exterior en manos de Andrés Manuel López Obrador, Morena, T4a y el paso por Relaciones Exteriores de un improvisado, ladrón, defraudador (Línea 12 del Metro), aprendiz de todo titular de nada, oportunista y frustrado, dos veces, aspiracionista presidencial.
Con estos ejemplos podemos constatar que la diplomacia mexicana es vergonzosa, errática, camorrera, pues de las decisiones de un patán, grosero, incapaz Jefe del Ejecutivo, no se podía esperar nada mejor. La camorra, insulto, incultura, ineptitud son las “cartas credenciales” de Andrés Manuel López Obrador, que no es capaz, por su atrofia mental, de entablar un dialogo, una negociación, un acuerdo, entrevista, convenios con los influyentes líderes mundiales. Esto alejó al Estado Mexicano de las relaciones universales, pues el tipejo, no ha salido del país con roses trascendentes salvo sus micro visitas a Washington a reunirse, intimidarse ante Donald Trump y Joe Biden.
Eso sí, se sintió “pez en el agua” cuando viajó a territorios perversos como Cuba, Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice, en donde se siente Rey, adorado, reconocido porque les da dinero, petróleo, programas sociales con recursos dignos de los mexicanos, haciendo “caravana con sombrero ajeno”. Sólo este dato: durante 3 años ha obsequiado 30 millones de dólares mensuales a Guatemala, Honduras, El Salvador. A Cuba barco tanques repletos de petróleo, gratis.
Al resto de esos países, transferencia de dólares simulados en Apoyo de Programas Sociales como Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, Pensión de Adultos Mayores y otros. Esto se llama TRAICIÓN A LA PATRIA, robo de la riqueza nacional, para asuntos politiqueros y respuesta a la orden girada por el Foro de Sao Paulo, en favor de las dictaduras de la región en Nicaragua, Venezuela, La Habana, El Salvador, Belice, etc.
Esto no es política humanista, ni asistencia diplomática, sino blindaje tendencioso en busca de liderazgo tiránico en centro y sudamericana, exigida, insisto, por el bloque de partidos, gobiernos, militancia, instituciones de izquierda de América.
Esto viola flagrantemente la Doctrina Estrada, nuestra Constitución (la prioridad es atender y solucionar los problemas de México). Tanto que se hace llamar Juarista, este enfermo mental, desacata el Apotegma de Benito Juárez García, “entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” Justamente el actual conflicto entre el gobierno de la Transformación de 4ª (no México, ni el Estado Mexicano) y Ecuador, detonó por una inoportuna (como siempre) opinión del Peje, desde el monologo de su soberbia, quien criticó y dudó de la democracia ecuatoriana durante su proceso electoral presidencial, al vociferar “el Presidente Daniel Noboa, llegó al poder en una elección enrarecida”
¡Qué calidad ética, moral, política, diplomática! puede tener este Traidor a la Patria, al opinar sobre ese proceso en Ecuador, cuando el dictadorcillo de pacotilla tiene metida la nariz, las manos y el Poder del Estado en la elección presidencial de México, con lagartija pestilente impuesta, Claudia Sheinbaum.
Las relaciones internacionales del país huelen, hieden a corrupción, imposiciones, dedazos, injerencistas. No son diplomáticas, profesionales, con perfil ideal para el cargo, sino pago de facturas, “compromisos” por apoyo en la campaña presidencial de 2018, pues exgobernadores corruptos, chaqueteros, traidores o exfuncionarios públicos transas, rateros, forman parte de la plantilla de embajadores, cónsules, comisionados en organismos multinacionales del (des) gobierno lopezobradorista.
Andrés Manuel jamás entenderá conceptos como política exterior, diplomacia, no intervención, no injerencia, etc. pues desde que tomó posesión del cargo en 2018, de inmediato se enconó contra la OEA, FMI, ONU, OCDE, Banco Mundial. Tiempo después insultó a las Plataformas virtuales YouTube, Twitter (ahora X), Facebook; con los periódicos de influencia internacional New York Times, Financial Times, El País, Washington Post.
Se encaró (vociferando) al Rey de España, a su hijo, Felipe VI, actual Monarca español.
Desconocedor de lo que significa la diplomacia mexicana, López Obrador ha denostado a sus similares de España, Pedro Sánchez, de Argentina, Javier Milei; Ecuador, Daniel Noboa, Perú, Dina Boluarte, Bolivia, Jeanine Añez. De Panamá, Laurentino Cortizo, de Austria, Alexander Van der Bellen. Increpó al presidente de EE U, Joe Biden. Ha sostenido intercambio agresivo con legisladores demócratas y republicanos del Capitolio de Washington. Insultó al mandatario de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Y saben lo peor -hecho que no sucederá- que de ganar la impuesta por Morena, Claudia Sheinbaum, que será derrotada en las urnas por el pueblo bueno y sabio, lagartija pestilente amenazó que, de triunfar, seguirá la misma política ¿cuál? de López Obrador, al presumir que construirá el 2º piso de la T4a y heredará las idioteces de su domador.
Los mexicanos tenemos la solución: ni un voto a lo que apesta a Morena, PT y PVEM. Es promesa.
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