Al cantar la melodía “Vivir sin miedo”, varias mujeres derramaron lágrimas y expresaron su hartazgo de ser víctimas de violencia y feminicidios.

El candidato Santiago Taboada convocó a las mujeres capitalinas en el Pepsi Center de la colonia Nápoles, para asegurarles que, en su Gobierno, no existirá represión hacia el sexo femenino, ni bloqueos o agresiones cuando decidan manifestarse en las calles para ser escuchadas.

Su promesa tiene que ver con la presunta opresión y persecusión que sufren los grupos opositores al Gobierno de Morena, como los colectivos feministas y los partidos de derecha cuando deciden marchar por la democracia.

A diferencia de cualquier evento de campaña, el encuentro con las mujeres que se celebró este domingo no tuvo que ver con partidos políticos. Aunque en el público ondeaban banderas del PAN, PRI y PRD, el mensaje de apoyo a la lucha y fuerza por las capitalinas, fue más fuerte e importante, ya que, durante el mensaje, algunas de ella derramaron lágrimas, bajaron sus estandartes y celebraron la esperanza de una posible administración sin desaparecidas y feminicidios.

“Vamos a cuidar a las mujeres al blindar la Ciudad de México, que ninguna mujer pierda la vida, ni una menos. Mi reconocimiento de que salieron muy valientes a marchar el viernes y a partir de que sea jefe de Gobierno, mi una valla más, yo sí las voy a escuchar, a atender y a defender para que ni una menos en esta ciudad”.

“Les vamos a regresar lo que les han quitado, el seguro popular y el salario rosa chilango porque hacen doble chamba, cuando cuidan a sus hijos y no tienen estancias infantiles”.

Al finalizar, Taboada firmó los compromisos que les enumeró a las capitalinas; con aplausos, festejaron sus promesas.

Acompañado de la candidata a la presidencia de la República, Xóchitl Gálvez, cientos de mujeres escucharon las promesas de un mejor futuro para todas las madres, niñas y víctimas de violencia del país. En ese momento, quedaron atrás los discursos partidistas y el escenario se pintó de los colores de la bandera tricolor, para dar paso a la entonación de la canción “Vivir sin miedo”, de Vivir Quintana.

En el público, solamente se escuchaban ruegos para que la violencia terminara en la ciudad, algunas de las mujeres, con la voz entrecortada, pedían que nunca más, un hombre volviera a abusar de ellas cuando son asaltadas en el transporte público.

“Fuera Morena, viva el cambio, ni una más, a mi hija nadie la va a tocar, tenemos que luchar por todas, si se meten con una, vamos a responder todas”, gritó una señora de la tercera edad.

“Que se vaya el mal Gobierno, estamos hartas de abrazos a los rateros, nosotras siempre quedamos al último”, expresaron.

Desde que la banda musical inició con la primera estrofa de la canción, todo el recinto se escuchó en unísono e invadió cualquier palabra diferente a “Vivir sin miedo”. Algunas partes como “escuche señor presidente” y “que tiemblen los jueves y los judiciales” resonaban más fuerte.

Conforme avanzaba la melodía, el canto se hacía más poderoso; en las pantallas, se observaba a varias de las simpatizantes que limpiaban sus lágrimas por la emoción de la canción. Otras, con la voz entrecortada, no dejaban de recitar el himno.

El final de la canción llegó y tocó el turno de la estrofa: “y retiemblen sus centros la tierra, al sororo rugir del amor”, en su totalidad, dijeron la frase con la mano en el pecho.

Inmediatamente, todas exclamaron: “Que vivan las mujeres, ni una menos”. Los aplausos invadieron el lugar.

En segundo lugar, un grupo de mujeres mariachis entonaron la misma canción, quienes también fueron acompañadas por los cantos de las asistentes. En las pantallas se leían las cifras de desaparecidas, abusadas sexualmente, secuestradas y atacadas con ácido que fueron víctimas durante el Gobierno de Morena.