La producción textil, por medio de tintes y productos de acabado, es responsable del 20 por ciento de contaminación mundial de agua potable, según el Parlamento Europeo. El ritmo de producción y consumo, impulsado por el fast fashion, ha sido el principal de la industria, según Ana Isabel Orvañanos, country manager de México para GoTrendier, […]
La producción textil, por medio de tintes y productos de acabado, es responsable del 20 por ciento de contaminación mundial de agua potable, según el Parlamento Europeo. El ritmo de producción y consumo, impulsado por el fast fashion, ha sido el principal de la industria, según Ana Isabel Orvañanos, country manager de México para GoTrendier,
En entrevista exclusiva para NotiPress, Orvaños comentó que el fast fashion ocasiona el 10 por ciento de las emisiones de CO2 que se liberan anualmente. Las tendencias susceptibles a cambios por estaciones, festividades o modas, impulsan a los consumidores a desechar prendas funcionales cuando dejan de ser tendencia.
Igualmente, el ritmo de producción debe de reducirse, la experta comentó que aproximadamente solo se vende el 80% de las prendas producidas y el resto termina en vertederos. Por su parte, los consumidores deben de tomar conciencia para optar por opciones de segunda mano y si se compra algo sean prendas hechas de fibras naturales o confeccionadas de forma responsable.
Además, la relación calidad-precio de la industria fast fashion es sacrificada por muchas marcas para generar producción masiva a costo de la calidad, señaló la experta. Lo anterior, hace que las personas desechen con rapidez las prendas recién compradas.
Si bien, reconoció que la fast fashion permitió democratizar la moda y abaratar las prendas, está teniendo un costo ambiental muy alto. En ese sentido, muchas marcas están buscando opciones para frenar el ciclo comprar, usar y tirar, por ello han incursionado a la venta y compra de segunda mano.
Ante el panorama actual, es necesario mitigar el problema del impacto ambiental por parte de la industria. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, si se utiliza la ropa el doble de tiempo de lo que se hace actualmente, se reducirían el 25% de las emisiones de CO2 anuales.
Comprar y vender prendas de segunda mano es una de las opciones más sostenibles que se pueden hacer en la actualidad. La country manager de GoTrendier comentó que mantener la compra de segunda mano como plan A y solo comprar cosas nuevas cuando son realmente necesarias será clave para disminuir la huella de carbono de la industria textil.
Orvañanos comentó que para que la industria deje de ser tan contaminante se debe replantear el modelo de producción y consumo. En ese sentido, se deben de hacer cambios en la concepción de los diseños, uso de materiales, optimización de los procesos de fabricación de fibras, procesos logísticos para producir localmente, entre otros.
Ana Isabel Orvaños apuntó que comprar una sola prenda en GoTrendier hace que se ahorre el 80% de huella de carbono en comparación de comprar una nueva. Por ello, entre más ropa se reuse y se cumpla su ciclo de vida, más se estará contribuyendo a mitigar la huella ambiental.
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