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Ricardo Monreal, líder de los diputados federales de Morena, advirtió que la migración no es un crimen, sino el origen mismo de todas las naciones. Su declaración respondió a las redadas migratorias realizadas el viernes en Los Ángeles, California, en las que se reportaron múltiples agresiones en contra de connacionales. Desde su cuenta en redes sociales, exigió a las […]
Ricardo Monreal, líder de los diputados federales de Morena, advirtió que la migración no es un crimen, sino el origen mismo de todas las naciones. Su declaración respondió a las redadas migratorias realizadas el viernes en Los Ángeles, California, en las que se reportaron múltiples agresiones en contra de connacionales.
Desde su cuenta en redes sociales, exigió a las autoridades estadounidenses detener la violencia contra todas las personas mexicanas en situación migratoria.
Monreal explicó que autoridades migratorias de Estados Unidos realizaron varias redadas en Los Ángeles. En ellas, detuvieron y agredieron a decenas de paisanas y paisanos que, según dijo, viven de manera honesta.
Organizaciones defensoras de derechos de los migrantes denunciaron que, durante los operativos, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ingresaron sin órdenes judiciales a domicilios particulares. También se reportaron detenciones arbitrarias practicadas en estaciones de autobuses y en centros de trabajo.
“Nos pronunciamos por que cesen las agresiones en contra de nuestras y nuestros connacionales en la Unión Americana y por qué se respete el derecho de todas las personas migrantes a vivir en paz”, escribió el legislador en su red social.
Además, reiteró que la migración debe entenderse como un fenómeno humano y no como un criminen. En particular, agregó, en una nación como Estados Unidos, construida por varias generaciones de migrantes.
La declaración de Monreal ocurre en un momento tenso, cuando diversas ciudades de Estados Unidos han intensificado su política de persecución migratoria. En año electoral, varios gobiernos estatales han retomado discursos xenófobos y prácticas que criminalizan la movilidad humana, lo que ha encendido alertas entre organismos internacionales de derechos humanos.
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