De política Alejandro Álvarez Manilla

En 2018 creció el cruce de emigrantes de centro, Sudamérica y del mundo, ello ante el anuncio del presidente electo de México Andrés Manuel López Obrador, quien en sus declaraciones en octubre antes de tomar posesión prometió “Vamos a ofrecer empleo, trabajo a migrantes centroamericanos” a partir del 1 de diciembre, dijo que, para reducir el fenómeno migratorio, es necesario crear condiciones de bienestar.

Así, hubo caravanas migrantes que superaron las épocas pasadas, ello con la esperanza de estar en México, y recibir apoyo del gobierno con empleo. Si unos años después al quedar varados en el país, quienes tuvieron que salir de su país ya no con el sueño americano, sino el mexicano, encontraron otra realidad.

Se les dio credencial de elector para tener acceso a ayuda del bienestar a cambio de su voto. Ello lo mostraron foto y videos que se publicaron en redes sociales, donde personas de origen extranjero hacían cobros en bancos.

A su vez se encontraron trabajo en limpia y mantenimiento de jardines públicos, y hasta con servicios de aseo personal sin olvidar la venta de comida.

Esta difícil situación por lo que atraviesan los emigrantes que se ven a lo largo y ancho del país solicitando ayuda en vías primarias, o en zonas de transportes foráneos, es ejemplo de cómo la política trae acciones equivocadas.

Tragedias como quienes murieron en el incendio de la estación migratorio en Ciudad Juárez Chihuahua, las extorsiones, vejaciones y hasta ataques sexuales sufren estas personas, cuya única falta es buscar mejorar su calidad de vida a cambio de su fuerza de trabajo.

Sumado a ser presa de la delincuencia en México, quienes logran cruzar la frontera norte, allá del otro lado del río Bravo la amenaza a la emigración crece, primero por los granjeros, quienes pretenden cazarlos azuzados por Donald Trump candidato presidencial Republicano.

La Asociación Nacional del Rifle en EUA y sus integrantes buscan defender su territorio de todo migrante, olvidando que esa nación se fundo a base de la emigración. Esto aun con la ley de migración que permite a Texas arrestar a cualquier sospechoso de ser indocumentado, quedó suspendida de manera indefinida por decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos.

Pese a esta crisis humana y acecho del crimen organizado México sigue país con vocación de migrantes. Con poco más de 11 millones de mexicanos que habitan en la Unión Americana quienes envían mensualmente miles de millones de dólares para sus familias que dejaron en México, y ellos se aventuraron al sueño americano.

Esperemos la política de asilo mexicano, no se invadida con fines políticos del poder para no seguir dañando a quienes por necesidad cruzan el país.