Dos de las principales multinacionales tecnológicas de Estados Unidos y del mundo, Microsoft y Alphabet, arrojaron abultados beneficios en el inicio del año pese a una coyuntura desfavorable y pusieron el foco en la buena marcha de sus respectivos negocios en la nube y en la carrera por el desarrollo de la inteligencia artificial. Los […]
Dos de las principales multinacionales tecnológicas de Estados Unidos y del mundo, Microsoft y Alphabet, arrojaron abultados beneficios en el inicio del año pese a una coyuntura desfavorable y pusieron el foco en la buena marcha de sus respectivos negocios en la nube y en la carrera por el desarrollo de la inteligencia artificial.
Los resultados del trimestre comprendido entre enero y marzo superaron las expectativas de Wall Street, que sigue con nerviosismo las cifras de estas empresas para conocer el impacto del entorno de los altos tipos de interés en el sector tecnológico, sumido ahora en planes de reducción de costes que han supuesto una ola de despidos en Estados Unidos.
Al cierre de la bolsa del martes, Microsoft divulgó un beneficio neto de 18.299 millones, un 9 % más interanual, y una facturación de 52.857 millones de dólares (7 % más) gracias a su unidad de la nube inteligente, su principal negocio, aunque su crecimiento se ha ralentizado en los últimos años.
No tuvieron la misma suerte las áreas de negocio dependientes del gasto de los consumidores, y de nuevo tuvo reducciones en las ventas de las computadoras y de las licencias de su “software” para terceros.
Por su parte, Alphabet ganó 15.051 millones de dólares, un 8,4 % menos interanual, e ingresó de 69.787 millones de dólares, un 2,6 % más, impulsada por su motor de búsqueda, Google, pero también por su unidad de la nube, Google Cloud, que empieza a despuntar y por primera vez ha sido rentable.
Eso sí, tuvo que anotarse un cargo de unos 2.500 millones por los 12.000 despidos que emprendió en enero y por la reducción de espacios de oficina, que advirtió que podría continuar en el siguiente trimestre.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Más allá de las cifras, los resultados permitieron conocer las prioridades de ambas empresas de boca de sus máximos ejecutivos, Satya Nadella (Microsoft) y Sundar Pichai (Alphabet), que al participar en conferencias para analizar las cuentas acabaron repitiendo numerosas veces las mismas dos palabras: inteligencia artificial (IA).
En ese ámbito, Microsoft parece encabezar la revolución con su apuesta de miles de millones de dólares -no se conoce la cantidad- por la empresa OpenAi, creadora del chat predictivo ChatGPT, pero Nadella abundó que la tecnológica está trabajando en innovar para que “cualquiera pueda automatizar su trabajo”.
El ejecutivo, que aseguró que Microsoft tiene “la infraestructura de IA más poderosa”, adelantó que podría hacer más inversiones y que no va a ser “tímido” a la hora de “hacerse con la oportunidad” de tener cuota de mercado, sobre todo en un “periodo de transición” como el actual.
“Creemos que tenemos un buen liderazgo y una oferta diferenciada a lo largo de nuestra cartera” de productos y servicios, agregó, señalando como en otras ocasiones que todas las aplicaciones acabarán eventualmente siendo potenciadas por la IA.
Pichai dijo, en paralelo, que la IA ha sido importante para el negocio de publicidad de Alphabet desde hace años y señaló que ahora el objetivo es el progreso en esta tecnología y la búsqueda de oportunidades para su motor de búsqueda, asuntos que pueden ir de la mano y favorecer su “optimización”.
En ese sentido, Pichai comparó el desarrollo de la IA con una “transformación de éxito como la que hicimos desde la computación de escritorio hacia la celular hace una década”, y reveló que su respuesta a ChatGPT, Bard, incorpora herramientas de desarrollo de software y programación.La empresa anunció la semana pasada que uniría su conocido como “equipo Cerebro”, Google Research, y su subsidiaria de investigación en IA, DeepMind, para “acelerar de forma significativa” su participación en la carrera.
Los comentarios están cerrados