Puntales Agustín Vargas El Paquete Económico 2024 se presenta en un contexto económico global de crecimiento, con una inflación que ha disminuido y con tasas de interés que se mantienen elevadas. Sin embargo, la propuesta para el próximo ejercicio fiscal plantea impulsar el gasto a través de un mayor déficit público, situación que sorprende ya […]
Puntales Agustín Vargas
- 2024: mayor deuda y fragilidad fiscal
- Gasto récord en 2024
- Pensiones, desigualdad perpetua
El Paquete Económico 2024 se presenta en un contexto económico global de crecimiento, con una inflación que ha disminuido y con tasas de interés que se mantienen elevadas. Sin embargo, la propuesta para el próximo ejercicio fiscal plantea impulsar el gasto a través de un mayor déficit público, situación que sorprende ya que ni en la pandemia se pretendió elevar tanto el gasto.
Diversos analistas y centros de investigación económica han analizado el último paquete económico de la actual administración y coinciden en la necesidad de una reforma fiscal, pues no obstante que se proponen mayores recursos para pensiones, salud y educación, incrementa el endeudamiento de manera exponencial.
Los especialistas advierten que se requiere reforzar las fuentes de ingreso, de lo contrario se pueden enfrentar serios problemas para el financiamiento de programas presupuestarios en los tres niveles de gobierno.
Los Criterios Generales de Política Económica 2024 proponen un endeudamiento sin precedentes, equivalente al 5.4% del PIB. La aparente disminución del indicador de la deuda en 2023, se debe a cambios metodológicos en el cálculo del PIB y no a una disminución del saldo.
Aunado a ello, el costo financiero de la deuda pública, es decir el pago de intereses y demás accesorios inherentes a la misma, incrementaría 11.8% para 2024: el costo de la deuda del Gobierno Federal aumentaría 16.1% y el de las empresas productivas del Estado disminuiría 7.4%.
A su vez, el gasto neto total propuesto en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año alcanza una cifra récord de 9.06 billones de pesos. Sin embargo, el 80% de este gasto se encuentra comprometido en el pago de pensiones, gasto federalizado y costo de la deuda, principalmente.
Debido a la caída de los ingresos y al incremento del gasto, el espacio fiscal o mejor dicho el margen de maniobra del presupuesto se reduce 57% respecto a 2023. O sea, a menos de la mitad.
Pensiones, desigualdad perpetua
El 22% del gasto neto total es para pensiones y dadas las características del programa se perpetúa la desigualdad entre la población adulta mayor. El gasto promedio anual en pensiones per cápita de la CFE equivale a 6.6 veces el gasto promedio anual en pensiones del IMSS y 29 veces la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores (PBAM).
Al distribuir los dos billones de pesos propuestos para pensiones con información de la Encuesta Nacional Ingreso Gasto 2022, elaborada por el Inegi, se tiene que el decil de mayores ingresos recibe 4.6 veces más recursos de pensiones que el decil de menores ingresos.
En relación al gasto educación si bien presentaría un incremento de 2.7%, estos recursos alcanzarían cifras mínimas como proporción del PIB y del gasto total desde 2016. El 85.5% del incremento se centra en pago de nómina, previsiones salariales, apoyo administrativo y en servicios de educación básica para la CDMX, dejando de lado la educación inicial y la incorporación de nuevas tecnologías.
Los recursos de los programas emblemáticos de la actual administración: Becas Universales; Programa La Escuela es Nuestra (PLEEN); y Universidades para el Bienestar, no presentan cambios significativos. Además, se mantiene una brecha presupuestaria de 0.81 puntos del PIB respecto a la recomendación internacional de destinar entre 4 y el 6 % del PIB en educación.
La SHCP ha proyectado un déficit público de 4.9% del PIB y primario de 1.2%, que resultaría en un aumento a 48.8% del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) al cierre del siguiente año desde el 46.5% del PIB contemplado para fin del año en curso.
Estas cifras implican un ingreso tributario del orden del 14.4% del PIB. De aprobarse el déficit presupuestario seria el mayor en décadas y frente a los riesgos que prevemos en el panorama presentan un riesgo para la calificación crediticia de los bonos del gobierno mexicano.
A pesar de que este año los analistas privados han sido menos acertados en las estimaciones en materia de actividad económica, la previsión de la SHCP sobre el crecimiento pone en tela de juicio la razón deuda a PIB porque pudiera incrementarse aún más si no se alcanzaran las proyecciones realizadas.
Si bien es cierto que este presupuesto está en línea con lo observado en este sexenio, y no contempla mayores impuestos, nuevamente se está sobrestimando el escenario macroeconómico y se considera que muestra una evidencia en la fragilidad fiscal para la siguiente administración. La herencia entonces para el sucesor de Andrés Manuel López Obrador: endeudamiento exorbitante y fragilidad de las finanzas públicas.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx
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