Fernando Vázquez Rigada. El debate sobre el Poder Judicial no es sobre sus fideicomisos, sino sobre su supervivencia. No hay que confundirse, la intención del gobierno que termina es aniquilar al Poder Judicial para cumplir su más caro anhelo: matar a la libertad e instalar una dictadura de partido. ¿Por qué lanza el oficialismo una […]
Fernando Vázquez Rigada.
El debate sobre el Poder Judicial no es sobre sus fideicomisos, sino sobre su supervivencia.
No hay que confundirse, la intención del gobierno que termina es aniquilar al Poder Judicial para cumplir su más caro anhelo: matar a la libertad e instalar una dictadura de partido.
¿Por qué lanza el oficialismo una embestida terrible hoy?
Porque perdieron a un aliado que controlaba a la SCJN. Sucedió como con Prometeo: la Corte puede perder su libertad por usarla.
El presidente pretendía decidir la sucesión de la presidencia de la Corte con una aliada que fue inhabilitada cuando se le descubrió un plagio en su tesis. Eso abrió la puerta a la llegada de Norma Piña, una mexicana preparada y valiente que blindó la independencia de los jueces y, luego, comenzó a ejercer sus facultades para echar abajo los excesos ilegales del ejecutivo.
El presidente y sus fanáticos quieren sumisión: total y permanente. No toleran nada que vaya en contra de sus ambiciones. De ahí vino la idea de suprimir ilegalmente los fideicomisos.
Pero eso es sólo una movida en un tablero más amplio. Van a eliminar los fideicomisos. Después recortarán el presupuesto hasta dejar a los juzgados de todo el país en la inanición. La propia Corte declarará inconstitucional la desaparición de los fideicomisos, y eso será usado, por el poder, como ejemplo de una mafia que sólo se preocupa por defender sus privilegios.
Pero la realidad es que el Poder Judicial es una barrera clave para defender a la democracia.
Las decisiones recientes de la Corte han sido clave para blindar a la democracia. Invalidaron el ataque contra el INE, lo que provocó la ira de Morena que llegó al grado de llevar un ataúd con el nombre de Norma Piña al Zócalo.
Igual salvó al INAI, para preservar el acceso de la sociedad a las cuentas públicas.
Esas posturas de apego a la Constitución han promovido un choque frontal. El presidente ordenó a su gabinete a no tomar las llamadas de las y los ministros. No los invitó a la ceremonia del grito de independencia.
El ejecutivo está usando todos sus resortes de poder para avasallar al poder judicial no sólo financieramente sino en la mente de las y los mexicanos. El jaque mate pretende darlo tras la elección, en donde el oficialismo imagina que logrará obtener una mayoría calificada que le permita modificar la Constitución y tener una Corte a modo.
Mientras esto ocurre, el presidente publica una foto de su reunión con Maduro, Díaz-Canel y Petro.
El simbolismo es elocuente.
Brutalmente elocuente.
@fvazquezrig
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