COMENTARIO A TIEMPO Por Teodoro Rentería Arróyave La frase que ilustra esta entrega, “LA DEMENCIA SENIL NO EXISTE, es una verdad que está revolucionando a la ciencia médica, no sólo por el concepto, sino lo más importante en la impronta de atender, en sus verdaderas causas la pérdida de memoria, que desde luego se presenta […]
COMENTARIO A TIEMPO
Por Teodoro Rentería Arróyave
La frase que ilustra esta entrega, “LA DEMENCIA SENIL NO EXISTE, es una verdad que está revolucionando a la ciencia médica, no sólo por el concepto, sino lo más importante en la impronta de atender, en sus verdaderas causas la pérdida de memoria, que desde luego se presenta más frecuentemente en los adultos mayores, sin dejar de tomar en cuenta que estas patologías que la provocan se presenta hasta en jóvenes.
Un trastorno de la memoria como tal no es una consecuencia de la edad, si envejecemos con salud, esto no debería ocurrir, por ello nos remitimos a “CITA-alzhéimer”, un servicio pionero de referencio, un centro dedicado al diagnóstico y tratamiento temprano de personas con problemas de memoria u otros síntomas cognitivos, establecido en Paseo Mikeletegi, 71 20009 Donostia, San Sebastián Gipuzkoa, España con correo electrónico: [email protected], mismo que se mantiene en gran parte con aportaciones o donativos de las sociedades en general.
Vamos directo al tema, sobre la afirmación: “La demencia senil no existe”, ese centro de investigación y atención a pacientes, nos ilustra: “La palabra demencia define un síndrome clínico en el cual una persona tiene un declive en su memoria o funciones cognitivas que le produce una situación de dependencia para poder llevar a cabo sus quehaceres diarios.
El término demencia senil se ha utilizado, y se sigue reiterando como diagnóstico de pacientes con deterioro cognitivo en edades avanzadas de la vida. Sin embargo, es un término impreciso ya que no indica qué está causando ese deterioro cognitivo.
En CITA-alzhéimer llevamos más de diez años trabajando para que este conocimiento se pueda usar en las consultas con los pacientes y desterrar el concepto demencia senil.
Esta imprecisión hace que el diagnóstico que debería resolver la pregunta por la que el paciente consulta, al contrario, aumenta las dudas y la sensación de desprotección e incertidumbre. Esto contribuye a que la demencia siga teniendo un estigma a nivel social que puede hacer dudar a los pacientes y sus familias de consultar ante los primeros problemas de memoria.
Es sabido que la principal causa de demencia es la enfermedad de Alzheimer en primer lugar, por eso muchas veces ambos términos son usados como sinónimos. Sin embargo, hay otras posibles causas de demencia; como lo son el deterioro cognitivo de causa vascular, la demencia por Cuerpos de Lewy o la Degeneración Lobar frontotemporal entre otros. Cada una de estas enfermedades tienen ciertas particularidades con posibles implicaciones desde el punto de vista del pronóstico, asesoramiento y tratamiento.
El término “demencia senil” pudo tener su utilidad clínica en algún momento, pero hoy en día ha dejado de tenerlo. El conocimiento y las herramientas que disponemos actualmente nos permiten conocer mucho más sobre lo que está pasando en el cerebro de una persona. Así, se puede hacer un diagnóstico más preciso, y conocer las implicaciones terapéuticas y pronósticas.
“CITA-alzhéimer” lleva más de diez años trabajando para que este conocimiento se pueda usar en las consultas con los pacientes y desterrar el concepto “demencia senil”.
En conclusión, la demencia senil como tal no existe, existe una demencia secundaria por procesos biológicos que podrán ser un Alzheimer u otra infinidad de causas, pero la edad nunca es la explicación. Un trastorno de la memoria como tal no es una consecuencia de la edad, si envejecemos con salud, esto no debería ocurrir.
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