A pesar de que la historia oficial lo condena por ayudar a sostener el imperio de Maximiliano de Habsburgo (1863-1867), Juan Nepomuceno Almonte, hijo de uno de los héroes de la patria, José María Morelos y Pavón, es un personaje repleto de claroscuros en la historia de México, dijo a Efe el escritor Mario Heredia, […]
A pesar de que la historia oficial lo condena por ayudar a sostener el imperio de Maximiliano de Habsburgo (1863-1867), Juan Nepomuceno Almonte, hijo de uno de los héroes de la patria, José María Morelos y Pavón, es un personaje repleto de claroscuros en la historia de México, dijo a Efe el escritor Mario Heredia, autor de un libro sobre esta controvertida figura.
Con Nepomuceno Almonte como personaje central, Heredia (Orizaba, Veracruz, 1961) ha escrito una novela histórica en la que el famoso hijo de Morelos hace un balance sobre su vida: sobre lo que cree de sí mismo, lo que creen los demás y los hechos verdaderos, lo cual dio como resultado el libro “Hijo de tigre” (2021), Premio de Novela Histórica Claustro de Sor Juana / Grijalbo 2021.
“No creo en la historia oficial en la que hay héroes y traidores y mi intención era llenar su vida y humanizarlo. Nepomuceno Almonte es un personaje lleno de claroscuros y muy rico en historia por todo lo que vivió”, dijo Heredia en entrevista con Efe.
“Siempre me he preguntado sobre la vida de los hijos de estos ‘monstruos’ y en este caso la responsabilidad de ser el hijo del Siervo de la Nación, como se le conoce a Morelos, y en lo que trabajé fue precisamente en eso, el peso de ser el hijo de Morelos”, añadió.
Sobre el episodio de hace unas semanas en el que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, agradeció a Dios que sus hijos no habían salido como Nepomuceno Almonte, Heredia cree que “lo tomó por el lado de la historia oficial, la cual respeto pero no concuerdo con ella”.
HIJO DE TIGRE, PINTITO.
En México es frecuente escuchar el refrán “Hijo de tigre, pintito”, con el que se señala el parecido que tienen los hijos con los padres, pero dicha comparación, que genera orgullo en el padre, a veces no le favorece al hijo, precisamente Heredia dice que Nepomuceno Almonte “no salió tan pintito porque así lo ha puesto la historia”.
“Según la historia oficial Morelos, fue el héroe, pero tuvo un hijo traidor, ¿que ironía, no?,”, cuestionó Heredia.
Con una carrera militar que comenzó al lado de su padre, siendo un niño, Nepomuceno Almonte fue nombrado por Morelos general brigadier con apenas 12 años.
Además, lo acompañó en algunos combates durante la guerra de independencia mexicana, incluido el Sitio de Cuautla, y en 1814 fue enviado a Nueva Orleans, Estados Unidos, donde recibió la noticia de la ejecución de su padre, el 22 de diciembre de 1815.
Heredia recordó que Morelos “no lo reconoció y no le dio su nombre, porque era cura”, pero en una carta que Morelos inicia con la frase: “Mi querido hijo Juan” y en la que apunta que “morir es nada, cuando por la patria se muere”, y que firma con las palabras “Recibe mi bendición (…) Tu padre, José María Morelos”, terminó por aceptarlo.
HISTORIA Y FICCIÓN.
En su libro, Heredia, también poeta, narrador y artista plástico, contó que debido a la poca información que había de Nepomuceno Almonte investigó al personaje y fue llenando algunos huecos de su vida con documentos, diarios y cartas, alguna reales y otras apócrifas.
“Fui metiendo partes históricas de dónde y cuándo estuvo, pero todo lo que es el desarrollo del personaje como tal es ficción. Esa es la maravilla de la novela histórica, si bien ya la historia es una interpretación de los hechos, en la novela nos damos el lujo de inventar más cosas”, señaló.
“Por ejemplo, de su vida en París a donde llegó en 1867 se sabe muy poco y entonces yo lo pongo a caminar por las calles de la ciudad y a platicar con personas que conoció para humanizarlo”, apuntó.
Heredia contó que la guía del relato la lleva un joven escritor, conocido de Nepomuceno Almonte, a quien cuenta su vida, los acontecimientos de su pasado, el significado de ser hijo del Siervo de la Nación, su participación en algunas batallas por la independencia de México cuando era un niño, su estancia en Nueva Orleans, los hitos de su carrera militar y política y su relación con Santa Anna, Juárez, Maximiliano y Carlota.
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