Miscelánea, salud y política Judith Álamo López La inteligencia o el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para optimizar recursos públicos, garantizar la seguridad de los mexicanos mediante la detección de los grupos delincuenciales para erradicarlos, prevenir y combatir el delito, desterrar la impunidad y proteger a los elementos que […]
Miscelánea, salud y política Judith Álamo López
La inteligencia o el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para optimizar recursos públicos, garantizar la seguridad de los mexicanos mediante la detección de los grupos delincuenciales para erradicarlos, prevenir y combatir el delito, desterrar la impunidad y proteger a los elementos que encabezan esta lucha en México, parece brillar por su ausencia.
Cabe la hipótesis de que grupos criminales, en cambio, como lo muestra el atentado en contra de un elemento clave en la seguridad pública, si usan la inteligencia y sus innovaciones para preservarse como amos y señores en extensos territorios del país y, de ser lógica la deducción, amenazan con controlar la capital del país.
El asesinato de Milton Morales Figueroa, jefe de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, en una pollería de Coacalco, dejó ver que la mafia no descansa, lamentablemente para la comunidad capitalina-mexiquense, es capaz de sincronizar sicarios de a pie y motorizados para deshacerse de un enemigo. Ni más ni menos que el responsable de las labores de inteligencia que permitieron asestar golpes demoledores en contra de grupos criminales.
Aunque las honras fúnebres en Aguascalientes fueron muy emotivas, no basta con lanzar pétalos de rosas desde un helicóptero ni envolver el féretro en la bandera nacional para rendir homenaje a quien diligentemente cumplió con una labor en bien de la paz y tranquilidad públicas. ¿Cómo justificar que este valiosísimo funcionario público anduviera sin escolta, desprotegido? ¿Falló la inteligencia?
El Gobierno local y el federal deben explicar y castigar a los responsables. ¡Ya basta! En cambio, hay altos funcionarios de la 4T, incluidos familiares, legisladores, ministras, etcétera, que pese a la cacareada austeridad disponen de ostentosas escoltas con varias camionetas lujosas repletas de elementos de seguridad armados, ya sea apostados o transitando por calles capitalinas. Cuiden a quién reclutan y proporcionen elementos de seguridad a quien es indispensable resguardar.
Como se ha informado profusamente, el hombre abatido de un balazo en la cabeza además de ser un cercano colaborador del exsecretario de seguridad capitalino, Omar García Harfuch, hizo posible realizar operativos en contra de varios grupos delincuenciales. Por esa razón, crecen las conjeturas de que esta podría ser una advertencia al próximo secretario federal de Seguridad y Protección Ciudadana, recién nombrado por la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Recordemos que García Harfuch desplegó una política de no tolerancia a las organizaciones criminales como titular de seguridad capitalino, lo que le costó ser víctima de un atentado por parte del Cartel Jalisco Nueva Generación.
Ya en reciente entrevista, luego de su inclusión en el próximo gabinete, señaló que coordinaría acciones de inteligencia dentro de la estrategia nacional de seguridad pública, en forma conjunta con la Secretaría de la Defensa Nacional, mando operativo de la Guardia Nacional. Morales García sería el director del Centro Nacional de Inteligencia. Así de importante es la pérdida.
Otras teorías apuntan hacia motivos más graves aún: podría o tratarse de una amenaza al próximo gobierno para mantener la política de seguridad nacional de AMLO: “Abrazos no balazos”, que ha sido altamente onerosa para el país, con casi 200 mil vidas cegadas y un crecimiento exponencial de zonas del territorio nacional controladas por el crimen organizado, desplazando a los pobladores y sustituyendo a la autoridad, como ocurre en municipios de Guerrero, Chiapas, Michoacán, Veracruz…
Aunque sean tiempos de campaña para los vecinos del norte, no deben minimizarse los dichos del candidato republicano a la presidencia de EU, Donald Trump: “los cárteles de México podrían quitar al Presidente de este país en dos minutos”, dijo a Jesse Watters, comentarista de Fox News.
Trump se comprometió, de ganar los próximos comicios el 5 de noviembre de 2024, “a poner fin a la crisis de criminalidad cerrando la frontera y completando el muro”. También conminó al gobierno: “México va a tener que ser más duro con eso o la respuesta será absoluta”.
La reciente sustitución en la candidatura presidencial demócrata de Joe Biden por su vicepresidenta Kamala Harris, podría ser un buen indicio para México por su postura favorable a la defensa de derechos humanos, especialmente de las mujeres, como el derecho al aborto. esta tendrá que oficializarse en la Convención Nacional Demócrata, que se llevará a cabo del 19 al 22 de agosto en Illinois.
De inicio, rebasó el número de delegados requeridos para ser nominada y obtuvo más de 81 millones de dólares de donaciones en solo 24 horas. Según analistas, la abogada de origen afro-americano-asiático, exsenadora, es criticada por el electorado estadunidense porque su fortaleza hacia afuera es debilidad frente a un endurecido electorado estadunidense que en su mayoría quiere acotar derechos, como los de los migrantes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dirigió sendas cartas al presidente Biden con motivo de su renuncia a reelegirse, y al candidato Trump en respuesta a sus comentarios sobre México. Dadas a conocer en La Mañanera, éstas reflejan otro ángulo de su personalidad, el presidente pendenciero con sus opositores y críticos, se torna en excesivamente cordial y afable con sus “amigous” poderosos del norte.
A su homólogo estadounidense, en una cuartilla, le dice que fue un honor trabajar con él y destaca su liderazgo con dimensión social y humanismo. Pero a Trump le dedicó al menos tres cuartillas y una posdata, respecto a la declaración del candidato a que los migrantes son invasores y maleantes, además de que cerraría la frontera con México, AMLO le señaló que sería indeseable y equivalente a convocar a una rebelión en ambos lados de la frontera y le recomienda la integración americana para evitar que China se empodere más.
Entre la lectura de la misiva intercalaba comentarios, como el de considerar a Trump como “un gobernante respetuoso de la soberanía mexicana” (sic). Olvidó que al presidente mexicano y a su canciller, Marcelo Ebrard, los usa como chiste recurrente en su campaña presidencial, riéndose de que nunca antes había doblado tan rápido a nadie, y relata cómo obtuvo 28 mil soldados mexicanos gratis para cuidar la frontera, luego de amenazar con imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas.
AMLO le dedica una posdata para corregirlo de un error al considerarlo del pasado: “Oiga, todavía soy presidente de México… termino hasta finales de septiembre, le aclaro, porque hace unos días comentó que ya me había retirado, por favor, amigo, no me ande mandando a La Chingada antes de tiempo”.
Realmente para finalizar el sexenio de López Obrador faltan 68 días, aunque muchos se resisten a creer en su retiro, ojalá cumpla con lo prometido y deje gobernar a la primera presidente de México.
Los poco más de dos meses para el cambio de gobierno serán de desasosiego ante el intenso debate político sobre las resoluciones pendientes de las autoridades electorales: la del Tribunal electoral (TEPJF) sobre la validez de las elecciones presidenciales; y por parte del INE, el dictamen sobre la distribución de plurinominales para el Congreso.
El diferendo está entre quienes defienden la esencia constitucional y que se respete la voluntad popular reflejada en el número de votos emitidos el pasado 2 de junio para definir número de curules que corresponda a cada partido político, y no permitir la sobrerrepresentación fraudulenta que exige la coalición Morena-PT-PV.
El bloque oficialista con el respaldo del presidente y alegatos de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde –inapropiados e ilegales– quieren con 54% de votos a su favor conseguir 373 legisladores, que representan el 74% de la Cámara de Diputados, hacerse de esta forma fraudulenta de la mayoría calificada para ajustar la Constitución vigente a conveniencia de un nuevo régimen presidencialista hegemónico, sin contrapesos. Los magistrados definirán con su dictamen histórico el rumbo del país.
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