Antes de noviembre México tendrá un intenso activismo político. Porque aparte de los aspirantes Presidenciales que son más de 10 de todos los partidos, veremos quienes lucharan por ser el candidato formal de alguna de las dos coaliciones que pelearan por llegar a la Presidencia de la República. Por lo menos en MORENA sus cuatro […]
Antes de noviembre México tendrá un intenso activismo político. Porque aparte de los aspirantes Presidenciales que son más de 10 de todos los partidos, veremos quienes lucharan por ser el candidato formal de alguna de las dos coaliciones que pelearan por llegar a la Presidencia de la República.
Por lo menos en MORENA sus cuatro pretendientes a la Presidencia ya están inquietos. Claudia Sheinbaum la favorita, ya sea por ser su vecina de Palacio Nacional o de vivienda en Tlalpan, lleva la delantera.
Recorre el país, con el pretexto de dar ejemplos de cómo se gobierno en la Ciudad de México, con reuniones arregladas a modo donde las porras se hacen presentes, bardas y espectaculares invaden las ciudades a donde acude, que de manera anónima son colocadas.
Marcelo Ebrard, actual secretario de Relaciones Exteriores, muy cercano al Presidente sobre todo por sus acciones de apoyo en momentos de crisis, como el conseguir las pipas para transportar combustibles al inicio de la administración al pretender combatirse el robo de combustible, y durante la pandemia el gestionar antes laboratorios y gobiernos extranjeros la vacuna para combatir el Covid-19, que se aplicó a la mayoría de los mexicanos.
Aunque con la situación que le sigue como su sombra de la línea 12 del metro que construyo durante su administración al frente del gobierno de la Ciudad de México, que primero tuvo fallas para su circulación diaria y después hace dos años la caída de un tren que dejo más de una docena de muertos y alrededor de 30 heridos, situación que pese a la falta de mantenimiento se le achaco, por mal diseño en la construcción.
Ebrard, es el favorito de las charlas de café, y en conversaciones empresariales es bien evaluado, porque sabe gobernar y administrar, pese a su pasado de trapecio político.
Adán Augusto López Hernández heredero en la política, notario público en Tabasco y gobernador con licencia, ahora encargado de la política interior del país, también es el otro muy bien visto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y con su Rosalinda López Hernández, actual administradora General de Auditoría Fiscal Federal del SAT y esposa de Rutilio Escandón, hoy gobernador de Chiapas, tiene más relación con el poder gobernante.
Ricardo Monreal, el Senador presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), es quien desde que llego a insistido que será el sucesor de López Obrador, ha resistido embates y presiones de toda índole, incluyendo hasta rechazo Presidencial.
Le ha correspondido sacar iniciativas enviadas por el Presidente y sacarlas acorde a lo solicitado hasta ahora. Ha pactado con la oposición, y negociado con el diverso grupo de MORENA. Es el menospreciado por el líder del partido Mario Delgado, pero es otro de los que han acompañado a López Obrador desde que fundo MORENA.
Monreal fue el primer gobernador de la izquierda de esa época en México. En 1998 salió del PRI y contracorriente logro ganar el gobierno de Zacatecas. Desde donde apoyo campañas del Gobierno de la Ciudad de México con Cuauhtémoc Cárdenas, de Tlaxcala a Alfonso Sánchez Anaya y Baja California Sur con Leonel Cota Montaño.
Ahora los 21 gobernadores participarán en el juego. A ver quién apoyo a alguno de los cuatro aspirantes. Juego riesgoso porque de ahí saldrán apoyos para los años restantes en sus gobiernos locales.
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