De política Alejandro Álvarez Manilla La suerte de los habitantes de Guerrero esta en el olvido. Desde el embate del del huracán Otis de categoría 5 en la escala Saffir Simpson, el más potente y peligroso que azoto, el estado con cinco municipios de arraso. Aunado a los destrozos, el robo pillaje y saqueo de […]
De política Alejandro Álvarez Manilla
La suerte de los habitantes de Guerrero esta en el olvido. Desde el embate del del huracán Otis de categoría 5 en la escala Saffir Simpson, el más potente y peligroso que azoto, el estado con cinco municipios de arraso. Aunado a los destrozos, el robo pillaje y saqueo de sus habitantes y las fuerzas del orden, entiéndase Soldados y elementos de la Guardia Nacional, han hecho de Guerrero y sus habitantes una zona de riesgo que, sin autoridades habitantes, delincuentes y policías asechan a todo aquel que pretenda llevar ayuda.
Paseantes, turistas, hombres de negocios, prestadores de servicios turísticos y población en general, no fueron alertados por las autoridades, locales, estatales y federales del riesgo de Otis. Ha sido sorpresivo que, ante la embestida del meteoro haya por fortuna poco más de 40 fallecidos hasta ahora.
Vimos imágenes de majestuosos hoteles quedar en ruinas. Comercios y áreas publicas destrozadas, por redes sociales recibimos crónicas de la inoperancia de la autoridad, no hubo medidas preventivas y las autoridades de protección civil no se enteraron, al igual del saqueo en comercios, y menos ante los robos y asaltos a quienes solidariamente llevaban ayuda a damnificados por parte de uniformados de la Guardia Nacional y del Ejercito que estaban destinados a cuidar que la ayuda no fue distribuida por particulares.
Aprovecharon las fuerzas del orden para asaltar y vejar. Solo por la orden que dio el presidente Adres Manuel López Obrador, al decir que solo fuerzas armadas distribuirán ayuda a los miles de damnificados que tiene hambre y sed, que si son tratados por los militares continuarán afectados por esta decisión.
La triste realidad es que Guerrero gobernado por integrantes del partido en el poder, sufre por falta de gobernabilidad y decisión erróneas de la autoridad. Ahora en zona de desastre Guerrero seguirá sufriendo por los daños de Otis y, porque la recuperación en viviendas, escuelas, comercios, centros de trabajo será a largo plazo. Maxime que, con la temporada de fin de año, cuando Acapulco es visitado por miles de turistas, pero este 2023 no será así.
En Acapulco este fin de año, habrá tristeza, olvido, desempleo y hambre. Porque pese a la solidaridad del mexicano, no se puede ayudar porque, la ayuda solo uniformados podrán distribuir, y ante la desconfianza que hay de ser utilizada esa ayuda con fines políticos la solidaridad que es ejemplo del mexicano podría disminuir, ante los asaltos en carreteras con rumbo al paradisiaco puerto de Acapulco.
Los habitantes guerrerenses estarán a las migajas que les dé el gobierno, que les seguirá utilizado con fines políticos, a cambio de la ayuda. Esperemos que la espera No sea complicada y larga para estos hermanos guerrerenses en desgracia.
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