Miscelánea, salud y política, Judith Álamo López La trama preelectoral rumbo al 2024 se tornó en comedia dramática el pasado fin de semana, lo ocurrido en Nuevo León atrajo el interés de la opinión pública: un frenético Samuel García Sepúlveda se aferró al ‘derecho natural’ como gobernador electo por mayoría para elegir sucesor, debería ser […]
Miscelánea, salud y política, Judith Álamo López
La trama preelectoral rumbo al 2024 se tornó en comedia dramática el pasado fin de semana, lo ocurrido en Nuevo León atrajo el interés de la opinión pública: un frenético Samuel García Sepúlveda se aferró al ‘derecho natural’ como gobernador electo por mayoría para elegir sucesor, debería ser un fiel escudero quien le cubriera las espaldas –ante presuntas acusaciones por desvíos millonarios– mientras conquistaba la cima presidencial.
Pero el Congreso neolonés –con mayoría opositora– ejerció su atribución legal de nombrar al interino, con el aval de la Suprema Corte, y como si temiera ser expuesto por presunta malversación, todo se derrumbó para el soberbio precandidato presidencial de Movimiento Ciudadano fosfo-fosfo, quien protagonizó un fulgurante ascenso con estrepitosa caída, y en minutos pasó de temerario a temeroso.
Adiós a la opción supuestamente “joven y fresca” que ofrecía Movimiento Ciudadano al lanzar como aspirante presidencial a un personaje cuyo plumaje luce hoy magullado. Lástima de las pérdidas para el partido postulante que pagó costosa propaganda en redes y espectaculares, vendiéndole al electorado un supuesto representante de la “tercera vía”, o sea algo novedoso. A final de cuentas, fue un fiasco, perdimos todos, ya que los partidos políticos viven del subsidio público.
Los hechos en la emprendedora entidad regia confirman que “En política nada ocurre por casualidad…” como sostuvo el presidente estadounidense Franklin Delano Roosvelt (1933-1945), aunque aparentemente los hechos nieguen la segunda parte de la premisa: “…Cada vez que un acontecimiento surge, es seguro que fue previsto de esa manera”.
Nos queda claro que el dramón no fue planeado por Samuel García, craso error no prever para alguien que se presume “doctor en derecho y gobernabilidad”. Para un político que cree estar por encima de la ley la percepción equívoca es un bumerang.
Enorme error capitalizado por la mayoría opositora en el Congreso (PRI-PAN), con quienes ha tenido una confrontación constante desde el principio de su gobierno. Otro desatino del novel político quien menciona una carta, con información parcial, como prueba del chantaje opositor
¿Con qué poderes extraordinarios se sentiría el aspirante presidencial para creer que se saldría con la suya en eso de violar la ley e imponer a su secretario general de gobierno como su sustituto en la gubernatura?
Las hipótesis sobran y la mayoría apunta al desmedido y comedido apoyo presidencial quien desde La Mañanera dedicó amplios espacios para defender lo indefendible, ya sabemos que para él es incomprensible que se tenga que respetar la ley. ¿Recuerdan cuando dijo a los ministros de la Corte?: “No me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”.
El Jefe del Ejecutivo no solo no atemperó el clima sino lo exacerbó, según él, los conservadores, encabezados por Claudio X. González estaban dispuestos a dar un “golpe de Estado”, y argumentaba: si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decide que no puede Samuel reasumir el gobierno de Nuevo León, estarían destituyéndolo, lo que sería antidemocrático para alguien que fue electo por la mayoría del pueblo. Olvidó que fue el mandatario estatal quien solicitó una licencia para dejar el cargo seis meses. Esta ya había sido otorgada.
Otras aseveraciones surgidas en Palacio Nacional, respecto a que el enojo en la oposición es “porque Samuel les dividía las simpatías de las clases medias, porque ellos se sienten dueños de las clases medias”, dijo AMLO en su mañanera del lunes 4 de diciembre, fueron esos dichos interpretados como la confirmación de que MC y Samuel son esquiroles del Frente Amplio por México y aliados de Morena.
En el ascenso de Samuel destacó su personalidad fresca, de joven norteño güerito, acicalado y malhablado, así como la presencia de su esposa, Mariana Rodríguez, quien posee la belleza y brillo que tanto luce en Tik Tok. Ella es, sin duda, un importante factor a su favor. Una influencer exitosa y ocurrente, quien para referirse a sus tenis naranjas creó la frase: “fosfo fosfo” y, claro, la registró en derechos de autor.
Así o más frívola y elemental la nueva política que tanto presume Movimiento Ciudadano y su septuagenario dueño, Dante Delgado, quien para anunciar su permanencia en la contienda fosfo-fosfo, brinca como jovenzuelo y dice “no vamos a colgar los tenis”, mostrándolos. Con todo respeto, señor Delgado, bien dicen que chango viejo no aprende maroma nueva.
Los vergonzosos hechos exhiben a una clase política diletante, ambiciosa y anárquica, pero también nos alerta en que estamos en los prolegómanos de una elección presidencial de Estado, sin equidad alguna entre las dos mujeres contendientes, sin garantías para la oposición.
El abuso del poder presidencial no conoce de límites legales, ha convertido a los medios del Estado en propagandistas puros del oficialismo, numerosos medios privados, seguramente con paga de por medio, se han venido sumando a los mensajes “dirigidos sólo a militantes” machacando logros inexistentes.
Se incita desde Palacio a no respetar la Constitución ni las leyes, se denostó a diario a ministros y magistrados del Poder Judicial, especialmente a quienes mantienen su independencia frente al Ejecutivo; ya apreciamos la división entre consejeros electorales del TRIFE y del INE, los ataques sistemáticos del jefe del Ejecutivo han minado la fortaleza de estas instituciones autónomas ciudadanas, a cargo de organizar las elecciones y resolver impugnaciones electorales.
La violencia no para y no parece haber remedio. El presidente reduce arteros asesinatos como el de cinco jóvenes estudiantes de Medicina de Celaya con justificaciones inauditas, como “es que que andaban comprando droga con el grupo contrario al que domina en la zona”. Los grupos delictivos fueron factor para el triunfo Morenista de gobernadores en 2021, y todo indica que interfieren ya rumbo al 2024.
La aspirante presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, sigue también la cadena de mentiras de la continuidad “transformadora”, presume logros donde la estadística muestra alzas alarmates, dice haber disminuido homicidios e inseguridad en la Ciudad de México durante su gobierno, y reitera que continuará la militarización de la seguridad pública, cuando esta medida no ha dado resultados positivos ni disminuido la violencia.
Asegura la aspirante oficial que se incrementó la calidad educativa, cuando en el Informe del Programa Internacional para el Seguimiento de los Alumnos (PISA), publicado ayer, los estudiantes mexicanos disminuyeron puntajes en Matemáticas, Lectura y Ciencias, respecto a 2018.
Cierto que la pandemia afectó el rendimiento escolar a nivel internacional, pero México presentó el retroceso educativo más alto respecto a los 81 países medidos por el PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), organismo internacional a cargo de promover políticas que mejoren el bienestar social y económico de la población mundial.
Como era de esperarse, López Obrador, poseedor de otros datos a su favor, desconoció hoy “todos esos parámetros -porque- se crearon en la época del predominio del periodo neoliberal”.
Igual ocurrió al superarse la cifra de 110 mil desaparecidos durante su gobierno, para no responsabilizarse de la inseguridad galopante y el fracaso de su política de seguridad, prefirió acusar a Karla Quintana, comisionada de Búsqueda de Personas, de haber inflado las cifras. Ahora son “depuradas” por los obedientes “siervos de la Nación”, empleados públicos de Bienestar al servicio del prócer macuspano.
Finalmente, el caso de Samuel García tiene un lado positivo: hay que celebrar su caída, ya no representa una amenaza más para el futuro del país. Al gobernador de Nuevo León lo bajaron de la escena nacional su desdén por el estado de derecho, su presumible falta de probidad al negarse a entregar la Administración a un suplente opositor. Sin duda, ese industrioso estado de la República merece un mejor gobierno, al igual de la Nación.
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