La “Literatura de la Onda” quedo huérfana José Agustín, el narrador, ensayista y dramaturgo perteneciente a la “literatura de la onda” -llamada así por la escritora y académica Margo Glantz-, que fue considerado uno de los escritores más renovadores de la narrativa mexicana en los años 60 por una literatura dotada de un lenguaje moderno, coloquial y […]
La “Literatura de la Onda” quedo huérfana
José Agustín, el narrador, ensayista y dramaturgo perteneciente a la “literatura de la onda” -llamada así por la escritora y académica Margo Glantz-, que fue considerado uno de los escritores más renovadores de la narrativa mexicana en los años 60 por una literatura dotada de un lenguaje moderno, coloquial y sin censura, murió hoy a los 79 años, debido a varios problemas de salud, luego de varios días de ser reportado con pronóstico “reservado” por su hijo, el artista visual José Agustín Ramírez, quien incluso publicó fotos donde un sacerdote amigo del escritor habría acudido a darle la extremaunción.
Andrés Ramírez, hijo y editor del escritor, confirmó la lamentable noticia mediante un comunicado oficial. En él expresó: “Con profunda tristeza comunicamos el fallecimiento de José Agustín, quien era esposo, padre, hermano y abuelo, además de ser un devoto escritor apasionado por la literatura y la música, y siempre comprometido con sus lectores de todas las edades. Se despidió en paz, rodeado del cálido amor de su familia.”
Nacido el 19 de agosto de 1944 en Acapulco, Guerrero, José Agustín aseguraba ser “Un viejo con espíritu rebelde”. En 2011, a propósito de la recepción del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, en el área de Lingüística y Literatura, el autor de “De perfil”, “Se está haciendo tarde”, “El rock de la cárcel”, “Inventando que sueño” y “Tragicomedia mexicana, libros de consulta obligada en carrera de Ciencias de la Comunicación.
José Agustín Ramírez Gómez fue parte de una generación de escritores entre los que estaban Parménides García Saldaña, Gustavo Sáinz y René Avilés Fabila, que debían su influencia a Allen Ginsberg, William S. Burroughs y Hunter S. Thompson. A los que Margo Glantz llamó “Literatura de la Onda” y que Enrique Marroquín acuñó como “Jipitecas”.
Fue autor de una obra extensa y un escritor de la contracultura, ejerció la prosa, el ensayo, la autobiografía, el teatro y el guion para cine; fue colaborador de revistas y diarios, hizo radio y televisión, fue profesor invitado por universidades de prestigio a dar cursos sobre literatura.
En 2009, tras una presentación en Puebla, los jóvenes lectores subieron al templete a pedirle autógrafos, fue tal la presión que José Agustín sufrió una caída de tres metros, se rompió el cráneo y dos costillas, permaneció dos meses y medio en el hospital; el accidente lo paralizó un año y fue determinante para sus últimos años de vida y lo sumió en un silencio creativo.
El autor de “Ciudades desiertas”, “Cerca del fuego”, “La contracultura en México” y “Dos horas de sol”, estudió Letras Clásicas en la UNAM, dirección en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, composición dramática en el INBAL y participó en el taller literario de Juan José Arreola.
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