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Desde el balcón de la plaza de San Pedro, el nuevo Papa dirigió sus primeras palabras al mundo. Un discurso cargado de simbolismo y emoción, analizado por el experto en comunicación no verbal José Luis Martín Ovejero. A pesar de que tan solo se ha podido ver al nuevo Papa León XIV durante su discurso, […]
Desde el balcón de la plaza de San Pedro, el nuevo Papa dirigió sus primeras palabras al mundo. Un discurso cargado de simbolismo y emoción, analizado por el experto en comunicación no verbal José Luis Martín Ovejero.
A pesar de que tan solo se ha podido ver al nuevo Papa León XIV durante su discurso, alrededor de diez minutos, gracias a su comunicación no verbal se pueden extraer datos sobre él. El experto José Luis Martín Ovejero, ha realizado un análisis detallado sobre cómo ha sido esta primera aparición:
“Saco tres características, todas coincidentes en transmitir un gran esfuerzo de contención. La palabra más pronunciada ha sido paz”.
Martín Ovejero ha realizado para la revista ¡HOLA! un análisis detallado de esta primera aparición pública: “Lo que más me ha llamado la atención es ver cómo, en algún primer plano, parecía que sus ojos estaban vidriosos. Y sobre todo le he visto más emocionado al recordar al Papa Francisco”.
La segunda característica son los “nervios” que el nuevo Papa y jefe de la iglesia católica ha transmitido en su primer discurso: “Interesante observar cómo tragaba saliva de manera visible y tensaba sus labios. Ha leído su discurso, salvo en alguna ocasión excepcional que parecía improvisarlo. Al salirse del guion le costaba expresarse con fluidez”.
Uno de los momentos más comentados fue cuando habló en español y dirigió unas palabras a sus fieles del Perú, en especial a la diócesis de Chiclayo, en ese país andino. “Cuando se refirió al Perú, donde vivió varios años, se mostró visiblemente más cómodo y expresivo. hablaba con soltura, gesticulando con la mano libre —la que no sostenía sus notas—, un gesto característico de quien se siente profundamente comprometido con lo que dice”.
Por último, la tercera característica que ha querido destacar es la alegría: una felicidad que Robert Francis Prevost ha transmitido tras ser elegido Sumo Pontífice y en su intención de continuar el legado del Papa Francisco. “En varias ocasiones hemos podido verle con una sonrisa sincera, aunque algo contenida”, señala el experto.
Informacion Revista !HOLA¡
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