De beberse únicamente en pequeñas comunidades mexicanas, el mezcal está ahora cada vez más presente en el mundo. Sus exportaciones se dispararon de 19,7 millones de dólares en 2015 a 62,9 millones de dólares en 2020, según cifras oficiales. Estados Unidos, Canadá, España, Francia y Alemania están entre los mayores consumidores de esta bebida, que se produce […]
De beberse únicamente en pequeñas comunidades mexicanas, el mezcal está ahora cada vez más presente en el mundo. Sus exportaciones se dispararon de 19,7 millones de dólares en 2015 a 62,9 millones de dólares en 2020, según cifras oficiales.
Estados Unidos, Canadá, España, Francia y Alemania están entre los mayores consumidores de esta bebida, que se produce en varios estados de México, pero que tiene en Oaxaca a su mayor representante.
Además, han surgido infinidad de marcas con nombres que en ciertos casos aluden graciosamente a los efectos del consumo: “Convite”, “Viejo Indecente”, “Pierde Almas” o “Mil Diablos”.
Algunas celebridades también han lanzado su propio mezcal, como Bryan Cranston y Aaron Paul, estrellas de la serie televisiva Breaking Bad que están detrás de “Dos Hombres”.
Si bien tienen métodos de fabricación parecidos, el tequila se produce con maguey azul, o agave azul, en el occidental estado de Jalisco; el mezcal, que al igual que su pariente tiene denominación de origen, utiliza distintos tipos de agave y su producción artesanal toma más tiempo.
Algunas de esas plantas tardan en madurar de 13 a 15 años, como el maguey arroqueño, o hasta 17 en el caso del maguey tepeztate.
Por ello, productores alertan sobre la necesidad de preservar estas variedades frente a la actual “sobreexplotación”.
Se cultivan múltiples variedades y preserva las semillas para garantizar la sostenibilidad del proceso. En viveros familiares hay algunos magueyes en etapa muy temprana, de apenas centímetros, que hacen parecer increíble que un día se convertirán en mezcal.
En ese punto inicia la compleja producción del licor, que depende en gran medida del olfato y talento del maestro.
Pero ante la llegada de grandes capitales a la industria, la mayor parte de las marcas son maquilas, son productos que se compran con diferentes productores, en diferentes comunidades, que se homogeneizan y se envasan para poder tener el volumen” se reveló.
En promedio, una botella de mezcal artesanal de 750 ml cuesta unos 40 dólares en Oaxaca, (800 pesos) aunque algunas superan los 100 dólares.
Para mostrar los sabores y aromas particulares de sus productos, se organizan catas e instruyen a los consumidores.
Aunque la siembra del maguey es poca el consumo aumenta por el riesgo de que esta bebida baje de calidad y disminuya su producción de México para el mundo.
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