El Papa León XIV celebró su primera misa como pontífice en la Plaza de San Pedro, destacando el amor y la unidad como pilares de su misión al frente de la Iglesia Católica. Con voz serena y un mensaje firme, el Papa León XIV dio inicio oficialmente a su pontificado este domingo con una solemne […]
El Papa León XIV celebró su primera misa como pontífice en la Plaza de San Pedro, destacando el amor y la unidad como pilares de su misión al frente de la Iglesia Católica.
Con voz serena y un mensaje firme, el Papa León XIV dio inicio oficialmente a su pontificado este domingo con una solemne misa en el Vaticano. Frente a miles de fieles, cardenales, obispos y delegaciones internacionales, el nuevo líder de la Iglesia Católica proclamó: “Esta es la hora del amor”, haciendo un llamado claro a la unidad eclesial y al poder transformador del amor cristiano.
Durante su homilía, León XIV destacó que la Iglesia atraviesa un momento de dolor por el reciente fallecimiento del Papa Francisco: “Vivimos momentos de tristeza, nos sentimos como ovejas sin pastor. Pero el Señor no abandona a su pueblo”, aseguró.
El Papa recordó que fue en Domingo de Pascua cuando Jesús dio su última bendición, y que esa luz de Resurrección guio al Colegio Cardenalicio durante el cónclave que concluyó con su elección.
El amor como eje central del pontificado de León XIV
León XIV asumió su nuevo rol con humildad, asegurando haber sido elegido “sin ningún mérito” y “con temor y trepidación”. Se presentó como un hermano al servicio de la fe y de la alegría de los fieles, comprometido a caminar junto al pueblo de Dios.
El mensaje principal de la misa giró en torno al mandato de Jesús a Pedro: apacentar a su rebaño mediante el amor, no el poder. “El amor de Dios no se mide ni se calcula; se entrega”, afirmó el Papa. Recordó que Pedro pudo asumir su misión porque experimentó en carne propia el perdón y la misericordia de Cristo.
“La Iglesia no se edifica sobre el dominio ni sobre líderes solitarios, sino sobre piedras vivas en comunión”, subrayó. Enfatizó que la autoridad en la Iglesia debe nacer de la caridad, no de la propaganda ni del sometimiento. “Pedro debe caminar con el pueblo, no delante de él”, insistió.
Una Iglesia abierta, unida y con espíritu misionero
El nuevo Papa expresó su deseo de iniciar una etapa de unidad y comunión, no solo dentro del catolicismo, sino también con otras iglesias cristianas, religiones del mundo y personas de buena voluntad.
“Queremos ser una pequeña levadura de unidad y fraternidad en un mundo marcado por la división y el miedo a lo diferente”, dijo León XIV, en un mensaje claramente orientado hacia la reconciliación y la inclusión.
El pontífice también criticó los modelos económicos excluyentes y la destrucción del medio ambiente, abogando por un mundo nuevo animado por la paz, la justicia y la solidaridad. “El amor no anula las diferencias; las abraza y las integra”, afirmó.
León XIV inicia su pontificado con un mensaje de esperanza
Con esta primera homilía, el Papa León XIV definió el rumbo de su pontificado: un liderazgo espiritual basado en el amor como principio rector y en la unidad como objetivo prioritario.
“Juntos como un solo pueblo, todos como hermanos, caminemos hacia Dios y amémonos los unos a los otros”, concluyó.
La Iglesia Católica, en un mundo afectado por conflictos sociales y divisiones internas, encuentra en León XIV una voz clara que invita a reconstruir la comunión desde el corazón del Evangelio.
Los comentarios están cerrados