Las nuevas tensiones geopolíticas que podrían emerger por el derretimiento de la capa de hielo en el Ártico, el uso inadecuado de tecnologías de vanguardia para reducir el calentamiento de la atmósfera, o el robo y la manipulación de la inteligencia artificial, son las mayores áreas de riesgo que identifica el sector de los seguros.

La nueva edición del informe sobre riesgos emergentes de la compañía de reaseguros Swiss Re, que se ha difundido hoy, señala que el derretimiento del hielo del océano Ártico -donde se registra un calentamiento entre dos a tres veces más rápido que en el resto del planeta- está abriendo nuevas rutas marítimas.

Esos cambios pueden crear nuevas perspectivas económicas, pero a la vez generar tensiones en torno a quién controla esas oportunidades de hacer dinero.

“El aumento de los intereses económicos, del cambio medioambiental y de las tensiones geopolíticas hacen del Ártico un hervidero de riesgos emergentes”, señaló el director de riesgos de la compañía, Patrick Raaflaub, al publicarse estas conclusiones.

En el área tecnológica, los especialistas ven que el mayor riesgo deriva de los complejos sistemas de aprendizaje automático y de la inteligencia artificial.

Al respecto, advierten de que los piratas informáticos profesionales pueden engañar al sistema para que cometa errores o robar información.

Asimismo serían capaces de dañar el desempeño del modelo alterando los datos de capacitación o extrayendo los modelos de aprendizaje automático.

El informe enfatiza con ello que la emergencia de la inteligencia artificial aumenta “las oportunidades de fraude y pérdida de propiedad intelectual, falseando -por ejemplo- las clasificaciones de solvencia crediticia o creando puntuaciones de seguros falsas.

El análisis de Swiss Re menciona el área de los seguros de automóviles, señalando que demandas basadas en la inteligencia artificial pueden llevar a ver daños graves donde no los hay.

También expone el peligro de que el pirateo de la inteligencia artificial pueda causar daños físicos al causar el choque de coches de conducción autónoma o generando diagnósticos médicos equivocados.

En un toque más futurista, el informe se refiere al potencial riesgo de la tecnología que pretende utilizar la radiación solar para enfriar la tierra, a través de técnicas como la inyección de partículas altamente reflectantes en la atmósfera para reflejar la luz solar de regreso al espacio.

Según los especialistas, “esto podría abrir una nueva serie de riesgos ambientales y tener el potencial de (causar) conflictos internacionales”.

Se advierte de que, si tal tecnología se utilizara y de pronto se detuviera, la consecuencia podría ser un aumento más rápido de las temperaturas, así como el cambio en la localización o de la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos.