Alejandro Álvarez Manilla Hace más de un siglo en su salida del puerto de Veracruz hacia su exilio a Paris el expresidente Porfirio Díaz dejo una frase “No despierten el México Broco”. Lo cual ahora padecemos. Después de la Revolución de 1910, la guerra Cristera de 1926, donde miles de mexicanos murieron por un ideal. […]
Alejandro Álvarez Manilla
Hace más de un siglo en su salida del puerto de Veracruz hacia su exilio a Paris el expresidente Porfirio Díaz dejo una frase “No despierten el México Broco”. Lo cual ahora padecemos.
Después de la Revolución de 1910, la guerra Cristera de 1926, donde miles de mexicanos murieron por un ideal. Ahora vivimos en un País violento donde lo bronco ha sido dominado por el crimen organizado.
El México Bronco, ha sido superado por los miles de ciudadanos que son victimas de la delincuencia, misma sigue creciendo, si que se le vea un final.
Hoy sabemos de unos 20 políticos asesinados sin importar el partido político, la mayoría de municipios y candidaturas locales.
También vemos en redes sociales videos filtrados por los grupos delincuenciales que aprovechan en crear más temor y terror a la población, donde golpean y castigan a quienes se niegan a pagar el cobro de piso. Y hasta filman sus ejecuciones, que son difundidas también por medios masicos de comunicación equivocadamente, y solo por el hecho de generar más vistas digitales o acrecentar seguidos y tener más lectores.
Familiares de normalistas desparecidos con 10 años de protestas que suman a los 43 más víctimas, a los cuales se les suman más normalistas resentidos que asaltan y roban caminos que transportan productos comerciales, bloquean carreteas para cobrar el peaje y atacan edificios públicos y destrozan vehículos oficiales sin que hay autoridad que les ponga límites.
Sabemos además de secuestros con fines económicos y de otros para amedrentar. Pero todo ello es llegar a atemorizar a los mexicanos ante la pasividad de la autoridad fallida del Estado mexicano. Que sus representantes hacen declaraciones de ilusión irreal de lo que ocurre en ese gran país. Las víctimas colaterales son ven la sangre correr entre su familia y conocidos, situación que acrecienta el rencor y resentimiento en su entorno social, un rechazo a toda propuesta pacífica. Por desgracia esta situación de continuar así, nos llevaría a llegar a la ley de talión “Ojo por Ojo”. Lo cual seria peligro para el México que queremos.
Esperemos por nuestro bien. esto termine.
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