Miscelánea, salud y política Judith Álamo López A pocos días ocurrido el debate presidencial sigue la polémica sobre quién ganó y quién perdió: los analistas coinciden en que faltó debatir entre la aspirante oficialista a la presidencia de la República sobre sus propuestas de dar continuidad a la política de seguridad de la 4T, desaparecer […]
Miscelánea, salud y política Judith Álamo López
A pocos días ocurrido el debate presidencial sigue la polémica sobre quién ganó y quién perdió: los analistas coinciden en que faltó debatir entre la aspirante oficialista a la presidencia de la República sobre sus propuestas de dar continuidad a la política de seguridad de la 4T, desaparecer los organismos autónomos y elegir a funcionarios del Poder Judicial, entre otros temas y las propuestas de la candidata opositora, quien ofrece encabezar un gobierno de coalición para que el poder político se ejerza de manera transparente y democrática, terminar con el hiperpresidencialismo, la inseguridad y la corrupción.
Lo cierto es que las principales encuestadoras dieron como ganadora a Claudia Sheinbaum, de la coalición Juntos Haremos Historia, quien demostró ser más caradura que su mentor, dijo mentira tras mentira con aplomo singular, presumió premios internacionales por innovación y transparencia alcanzado durante el tiempo que ocupó la jefatura de gobierno de la Ciudad de México; habló de ahorros millonarios por combate a la corrupción; así como la diminución en 40% en feminicidios. Nada le impidió de vanagloriarse de sus supuestos éxitos, que resultaron falsos. Resultó buena alumna.
Otro ganador, sin duda, fue Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano, quien un poco exagerado en eso de mostrar su sonrisa, aprovechó para darse a conocer frente al electorado, y con eso se apuntó un triunfo. Intervino con críticas al gobierno actual, como fue denunciar que se otorgan contratos de obra pública sin licitación, pero fue más incisivo contra Xóchitl Gálvez a quien acusó de haberle rogado a Dante Delgado, presidente de MC, por su apoyo. Esto fue en respuesta a que ella mostrara una foto de Delgado junto a AMLO y a Máynez portando chamarra priísta, y recordarle que él también perteneció a la vieja política.
Claudia Sheinbaum no se inmutó ni dio respuesta a las acusaciones de negligencia criminal que le hizo la candidata opositora, porque como jefa delegacional pudo evitar la muerte de 25 personas en el Colegio Rébsamen o como Jefa de gobierno, evitar la pérdida de 26 vidas por el desplome en la Línea 12 del Metro, adjudicado a falta de mantenimiento, según la empresa extranjera contratada por ella. Por estas acciones, fue acusada de ser una “mujer fría y sin corazón”.
La candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN,PRD) no lució en su mejor momento, su mirada y gestos demostraban incomodidad, sus acusaciones de corrupción muchas veces no tuvieron suficiente claridad ni contundencia, los tiempos la arrasaron sin que pudiera convencer, pese a ello contó con encuestas y sondeos de opinión en medios electrónicos donde la dieron como favorita, por encima de la Sheinbaum.
Debió influir en el desbalance de la ingeniera que la candidata oficialista pecando de misoginia nunca la llamó por su nombre o profesión, tampoco la miraba, se refirió a ella como la candidata del PRIAN, apelando a la mala imagen que tienen ambos partidos, aunque Xóchitl aclaró que un millón de firmas ciudadanas respaldaron su triunfo como candidata presidencial.
Claudia y Xóchitl intercambiaron 60 acusaciones de encubrimiento, corrupción e impunidad (Reforma 8 de abril). Sheinbaum acusó a Gálvez de obtener su casa del cártel inmobiliario; por una omisión en la declaración patrimonial y la tildó de mentirosa.
Mientras que Xóchitl acusó a López Obrador de querer en Claudia más que una corcholata, a una tapadera frente a sus actos de corrupción; le preguntó si actuaría en contra de los hijos del presidente acusados de corrupción, entre otras tantas interrogantes que la aspirante oficialista rehuyó contestar, pero dijo: si tiene pruebas que las presente ante el ministerio público.
El final tan celebrado por los llamados periodistas orgánicos del obradorismo fue cuando Xóchitl Gálvez presentó la bandera mexicana al revés, lo que ratificó un desempeño errático por parte de la aspirante opositora, aunque quizá resultó ser una alegoría involuntaria de cómo está el país y lo que falta para corregir su rumbo. El gran olvidado fue el PRD, partido que presidió AMLO y por el cual fue postulado dos veces a la presidencia de la República.
Llamó la atención que algunos de los más exigentes articulistas en las mesas de análisis del pos debate además de verla derrotada, dijeron que esperaban más, o sea que “les quedó a deber”. La percepción emocional sólo deja entrever que sus análisis están careciendo de técnica científica para darles validez universal.
Xóchitl, junto a su equipo, se quejó ante el INE sobre aspectos del debate: porque le cambiaron sin aviso previo el manejo de la bolsa de 5 minutos pues supuestamente era tiempo para debatir o confrontar ideas; también consideró que el lugar que le fue asignado por el INE no tenía vista frontal con los conductores, entre otras anomalías.
No ha sido fácil para Xóchitl Gálvez y su equipo convertirse en 10 meses en la única alternativa posible de quitarle la presidencia al obradorato que arrancó campaña 2 años y 10 meses atrás con todo el apoyo presidencial y de los gobernantes de Morena, así como la presencia de carteles promocionales de subsidiarios no transparentados.
¿Podrá aniquilar la ambición del autócrata de repetir una administración errática en seguridad, políticas públicas, economía, etc.? Faltan 48 días para el cierre del proceso electoral, con dos debates de por medio, aunque el tiempo apremia, hay quienes confían en que la oposición todavía puede atraer al 20 % de electores indecisos que hagan posible remontar al oficialismo y triunfar en las próximas elecciones del 2 de junio.
Claudia Sheinbaum (CS) y Xóchitl Gálvez (XG), dos mujeres políticas con trayectorias y personalidades opuestas: Claudia tiene 61 años de edad, es doctora en ingeniería energética, nacida en la Ciudad de México, es hija de científicos de origen judío (con ascendencia europea ambos: el padre, lituana y la madre búlgara).
Xóchitl, también de 61 años, es ingeniera en Computación por la UNAM, exitosa empresaria, originaria de Tepatepec, Hidalgo, es hija del profesor bilingüe Heladio Gálvez y de Bertha Ruíz, ambos de origen otomí. Otra similitud, aparte de la edad, es que ambas fueron alcaldesas, CS en Tlalpan y XG en Miguel Hidalgo, en la capital del país.
Claudia Sheinbaum podría ser hija putativa del líder único y fundador de Morena, es de hecho su obra. No podría describirse mejor la relación entre López Obrador y CS, pero eso que es obvio resulta que tuvo que ser publicado por el diario oficialista La Jornada al otro día del debate, en su Rayuela: ‘‘¡Claro que tengo padre!’’, sostenía la adorada mano: ‘‘Si no, ¿cómo estaría yo aquí?”
Excusatio non petita, accusatio manifesta, esta frase se ha interpretado como una advertencia: No se te olvide Claudia que todo se lo debes a AMLO, otros creen que el presidente vio el debate y de bote pronto expresó que estuvo “requetebien”, pues la ganadora favorita fue CS (el lunes 8).
Pero cuando el mandatario verificó su casi total ausencia y falta de defensa a sus acciones de gobierno, como fue el caso en la pregunta planteada por personas del pueblo a través de redes sociales, brincó (martes 9). ¿En contra de Claudia? No, en contra de Denisse Maerker quien leyó la interrogante sobre la ausencia de avances contundentes en contra de la corrupción durante el gobierno de la 4T. Claudia se cubrió con una defensa a ultranza de la Cuarta Trasformación.
La Rayuela del 10 de abril ratifica con un extrañamiento el reclamo del padre a la hija putativa: “Fue tanta la preocupación por ganar la batalla, que se olvidaron de los logros conseguidos por un fuerte liderazgo y muchos y leales profesionales, ¡que vaya que los hubo!”.
El debate, pese a sus fallas en producción y formato, y las inconformidades de los presidenciables, tuvo muy buenos conductores y probó ser de gran utilidad para los electores que conocen de esta forma a los candidatos presidenciales, sus propuestas, su personalidad, a través de la televisión o de alguna plataforma digital.
Los próximos dos debates, informa el INE, tendrán mejores formatos y otras innovaciones para dar mayor presencia ciudadana. El segundo será el 28 de abril, denominado “La ruta hacia el desarrollo de México” y el tercero y último será el 19 de mayo, bajo el lema “Democracia y gobierno: diálogos constructivos”.
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