De Política Alejandro Álvarez Manilla Más de cinco mil trabajadores sindicalizados recibieron su jubilación del Gobierno de la Ciudad de México, hecho difundido por primera ocasión que recuerdo, en más de cuatro décadas dedicado a esta profesión. Aunque se publicó como un hecho inédito, pero cayó en el populismo. Es un uso y costumbre que […]
De Política Alejandro Álvarez Manilla
Más de cinco mil trabajadores sindicalizados recibieron su jubilación del Gobierno de la Ciudad de México, hecho difundido por primera ocasión que recuerdo, en más de cuatro décadas dedicado a esta profesión. Aunque se publicó como un hecho inédito, pero cayó en el populismo. Es un uso y costumbre que las plazas sindicales laborales sean heredada o asignadas a familiares cercanos.
De esto solo hay que revisar las nominas de dependencias y empresas donde no se sorprenderán en encontrar apellidos repetidos y si se profundiza más la relación del árbol genealógico de los asalariados.
Por otra parte, la operación para decomisar productos asiáticos, que antes no se sabía que esto existía en años anteriores. Es aceptable por la Península de Baja California, donde hay pobladores de oriente desde hace décadas que ha habido productos del Oriente del Mundo.
Pero ciudades con gran poder adquisitivo como la ciudad de México y cuidades capitales del país, es ilógico, aunque hay muchas empresas que dominan parte del mercado electrónico en México, y han invadido zonas como Centro Histórico, Polanco y Santa Fe, con locales comerciales, oficinas y áreas habitacionales.
De Igual forma el aumento al precio de los combustibles, que ahora se les llama ajustes, como lo son también a bebidas azucaradas, golosinas, productos azucarados y cigarrillos. Sore esto hay que precisar, estos productos tienen el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, (IEPS) que aplicó desde 1981, y da actualización cada año, conforme a la inflación que se dio en el año anterior.
El IEPS fue avalado para generar atención a servicios del Estado como campañas de salud para evitar el consumo de refrescos y alimentos chatarra, así como contra el tabaquismo, mientras que los impuestos recaudados por los combustibles ser destinarían para atención ambiental.
Finalidades que aún no vemos, la contaminación ambiental sigue sin control, el ejemplo fueron las seis horas que hubo contingencia ambiental el pasado 1 de enero, las golosinas, botanas y refrescos se siguen consumiendo más. Lo descrito como herencia de plazas sindicales, invasión de productos ilegales, e impuestos sin destino adecuado. Son producto de malas políticas públicas, que el gobierno no aplica, por apatía o desconocimiento, esperemos que con esta presidencia de continuidad se obtengan cambios verdaderos, y no solo declaraciones fuera de la realidad.
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