Los desechos radiactivos son producto de la aplicación de materiales radiactivos en medicina (70%) y del sector industrial e investigación (30%) provenientes de todo el país. Por ejemplo, los hospitales generan jeringas, guantes, papeles, recipientes y algodones con contaminación radiactiva. Además de fuentes gastadas utilizadas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, […]
Los desechos radiactivos son producto de la aplicación de materiales radiactivos en medicina (70%) y del sector industrial e investigación (30%) provenientes de todo el país. Por ejemplo, los hospitales generan jeringas, guantes, papeles, recipientes y algodones con contaminación radiactiva.
Además de fuentes gastadas utilizadas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, mientras en procesos industriales son generadas en el llenado de envases de refrescos, latas, cervezas y otros. También se usan y generan fuentes radiactivas en la medición y control de espesores de laminados como papel, acero, telas y otros.
En México, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) tiene la capacidad tecnológica para gestionar los desechos radiactivos de baja y media intensidad de origen no energético. Para ello cuenta con la Planta de Tratamiento de Desechos Radiactivos (PATRADER). Allí los residuos radiactivos reciben el tratamiento adecuado según su naturaleza de origen.
Los sólidos son compactados y embalados en bidones de acero de 200 litros de capacidad, mientras los líquidos son acondicionados por evaporación o precipitación y cementados en bidones. Los residuos biológicos son tratados para desactivarlos biológicamente y compactarlos. Además, el INIM realiza actividades de investigación en medicina, y anualmente recibe un promedio de 15 metros cúbicos de residuos sólidos y 4.5 metros cúbicos de residuos líquidos.
En México, todas las organizaciones que utilizan fuentes radiactivas, en cualquiera de sus aplicaciones, están reguladas por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), incluyendo al ININ. Y estos a su vez tratan los desechos conforme a recomendaciones y estándares del Organismo Internacional de Energía Atómica.
Sin embargo, cuando alguna fuente de material radioactivo es robada o se encuentra extraviada, se debe reportar a la
Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS). La CNSNS a su vez, notificará el hecho a la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) o a la autoridad pertinente. La finalidad de dicha coordinación es activar los protocolos de búsqueda de los equipos e implementar acciones de protección a
la población. Tal es el caso del robo de cuatro contenedores de radiografía industrial en Salamanca, Guanajuato, reportado el 22 de marzo del 2023, hecho que puede representar un alto riesgo a la salud.
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