Mientras sus mandatarios enfrentan una crisis de popularidad, las poblaciones viven conflictos sociales graves.
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Argentina, Brasil y Chile son conocidos con las siglas ‘ABC’ y como los países del Cono Sur. Suelen llevar las riendas en América del Sur.
Hoy, los tres pasan por momentos inciertos en la política, debido a la corrupción, la pandemia y dificultades económicas.
Argentina
Hace un siglo, Argentina era considerada uno de los países más ricos del mundo. En 1912, el país sudamericano era la novena economía con mayores ingresos por habitante del planeta, por delante de Dinamarca, Francia y Alemania.
Después, el país enfrentó una serie de golpes de Estado y dictaduras. Hoy, es el principal deudor del Fondo Monetario Internacional y está al borde de otro colapso social y económico.
La conducta del presidente peronista Alberto Fernández ante la pandemia ha generado un gran descontento entre la población.
“Cuando aparece la pandemia, Alberto Fernández tiene en un primer momento mucho éxito porque pone en primer lugar la situación”, dice la cientista política de la Universidad Católica Argentina, María Lourdes Puente Olivera.
Su éxito duró poco.
“Había un desconocimiento profundo de qué es lo que había que hacer, y él actúa junto con la oposición. Eso no duró mucho y entonces, a partir de ahí, comenzó a resquebrajarse internamente el gobierno, pero también la relación con la oposición, y eso fue haciendo que el desempeño de él no se viera ni siquiera con un rumbo”.
Puente Olivera dice que el temor al COVID-19 y la prolongada cuarentena provocaron una contracción económica en el país.
“El confinamiento fue demasiado largo y afectó muchísimo a la economía de la Argentina,” dijo Puente Olivera, aunque reconoció que la emergencia sanitaria desencadenó “una asistencia muy fuerte por parte del Estado para todos los sectores afectados y hubo una respuesta de la sociedad muy solidaria en relación, por ejemplo, a todo que tiene que ver con la asistencia alimentaria”.
“La realidad es que la sociedad argentina no confió en la conducción de su presidente porque se lo vio más solitario y errático. Entonces, yo creo que la conducción del presidente en ese sentido se fue debilitando. Argentina está necesitando como nunca un acuerdo general entre gobierno y oposición para generar un alineamiento que le dé confianza a la sociedad”, dijo.
En septiembre, el gobierno de Argentina realizó un acuerdo con empleadores y sindicatos para aumentar el salario mínimo por segunda vez en 2021. A partir del 1 de octubre, este es de 33 mil pesos, o 320 dólares, mensuales.
Uno de cada diez argentinos está por debajo de la línea de pobreza, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos para el primer semestre de 2021.
Chile
En octubre de 2019, alrededor de 1 millón de personas salieron a las calles de Santiago de Chile para protestar por el aumento en el costo de los boletos del metro. Las manifestaciones se prolongaron durante días y resultaron en un saldo de al menos 20 personas muertas. Hubo incendios en establecimientos comerciales, atropellos y enfrentamientos con policías y soldados de las Fuerzas Armadas.
Las protestas desgastaron la imagen del presidente Sebastián Piñera, quien posteriormente tuvo que enfrentar la pandemia.
Miguel Ángel López Varas, cientista político de la Universidad de Chile, dice que los chilenos están cada vez más insatisfechos con el sistema político, económico y social del país.
“La imagen del presidente Sebastián Piñera venía dañada desde hace mucho tiempo, desde la manifestación social que comenzó en octubre de 2019. La falta de reacción de Piñera frente a la manifestación, donde las personas más vinculadas a la derecha querían una reacción más fuerte de carabineros [Fuerzas de Orden y Seguridad] para evitar los disturbios, y la oposición veía que la reacción de las fuerzas de seguridad había sido demasiado violenta, todo eso afectó mucho la popularidad de Piñera”.
En el inicio de mes, en el centro-sur de Chile, una persona indígena mapuche murió y otras cinco resultaron heridas durante un enfrentamiento con policías y militares en la provincia de Arauco, ubicada en la región del Biobío, a 70 km al sur de Concepción.
Tras los conflictos, el 5 de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas lamentó lo ocurrido y recordó al Estado de Chile que el uso de la fuerza letal para mantener el orden público “es una medida extrema a la que solo se debe recurrir cuando sea estrictamente necesario para proteger una vida o evitar lesiones de gravedad frente a una amenaza real e inminente”.
La cámara de diputados de Chile aprobó el 9 de noviembre la acusación constitucional en contra de Piñera, de acuerdo con la polémica por los Pandora Papers y nuevos antecedentes en la venta de la minera Dominga que dejaron al mandatario como “imputado” en una investigación penal del Ministerio Público por posible cohecho, soborno y delito tributario.
Los diputados acusan al presidente de vulnerar el principio de probidad y el derecho a vivir en un medio libre de contaminación y de haber comprometido gravemente el honor de la nación. Ahora, la denuncia pasa a la Cámara de Senadores para su aprobación o rechazo; de ser aprobada, Piñera arriesga la destitución de su cargo.
El 21 de noviembre, los chilenos acudirán a las urnas para elegir a su nuevo presidente, el sucesor de Piñera. Serán las elecciones más polarizadas del país desde el retorno a la democracia en 1990, según López Varas.
El candidato que es partidario del legado de Augusto Pinochet, José Antônio Kast, se postula a la presidencia contra el candidato de la coalición del Frente Amplio, Gabriel Boric. Ambos lideran las encuestas y no se descarta una segunda vuelta, prevista para el 19 de diciembre.
Brasil
El presidente brasileño Jair Bolsonaro responde hoy a cinco indagaciones, cuatro en el Supremo Tribunal Federal y una en el Tribunal Superior Electoral.
Las investigaciones buscan una posible injerencia del mandatario en la Policía Federal, presunta prevaricación sobre irregularidades en la negociación de la vacuna Covaxin, ataques a máquinas de votación electrónica y filtración de datos confidenciales de investigación de la Policía Federal.
Augusto Neftali de Oliveira, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Sul (PUCRS), dice que el comportamiento del gobierno federal durante la pandemia fue calificado de desastroso.
“El gobierno de Bolsonaro ha impulsado reiteradamente iniciativas y difundido información que resultó desastrosa, como el rechazo al distanciamiento social, el no uso de máscara por parte del presidente, la propaganda y promoción de medicamentos ineficaces, la inseguridad en los datos sobre contaminación y muertes…” dijo.
Los diputados entregaron el 26 de octubre un documento aprobado por la Comisión de Investigación Parlamentaria (CPI) que pide 80 imputaciones, incluida la del presidente Jair Bolsonaro, por cometer al menos 9 delitos durante la pandemia.
“A partir de la CPI realizada en el Senado, se presenta la noción de que la política del gobierno fue intencional, con base en la hipótesis de que la propagación del virus podría abreviar la pandemia por ‘inmunidad colectiva’. Las opiniones actuales revelan que la mayoría de los brasileños condenan las acciones del gobierno de Bolsonaro con relación a la pandemia”, dijo Neftali de Oliveira.
Así, los tres países del Cono Sur enfrentan una situación política complicada e incierta, al menos en los próximos meses.
Editado por Melanie Slone y Gabriela Alejandra Olmos
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