EL LXV ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN CUBANA EN MÉXICO Por Teodoro Rentería Arróyave La Revolución Cubana o Castrista, como se le quiera calificar, es la última proeza reivindicatoria, libertaria e independentista llevada a cabo en nuestro hemisferio, y cobra especial realce porque la lucha de ese pueblo heroico la llevó a cabo y la mantiene […]
EL LXV ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN CUBANA EN MÉXICO
Por Teodoro Rentería Arróyave
La Revolución Cubana o Castrista, como se le quiera calificar, es la última proeza reivindicatoria, libertaria e independentista llevada a cabo en nuestro hemisferio, y cobra especial realce porque la lucha de ese pueblo heroico la llevó a cabo y la mantiene a diario contra la gran potencia de occidente, Estados Unidos.
Pierdo la noción del tiempo en cuando a nuestras asistencias, en la mayor de las Antillas o en nuestro México, para unirnos en tal celebración que recuerda ese 1 de enero de 1959, que ahora en la Embajada de la nación hermana, el excelentísimo embajador extraordinario y plenipotenciario, excelentísimo señor, Marcos Rodríguez Costa, recordó con estas exactas frases:
“Celebramos 65 años de constante transformación en Cuba y que aún continúan” al citar la arenga de Fidel Castro Ruz, el Comandante en Jefe: “La Revolución empieza ahora; la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros”. Y cuando llego victorioso a La Habana el 8 de enero señaló: “La alegría es inmensa. Y, sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”.
Que razón tuvo El Héroe de Sierra Maestra, cuando el propio diplomático nos dice o nos recuerda: “Todos ustedes, amigos permanentes de Cuba, saben que muchos han sido los retos y desafíos que hemos tenido que enfrentar, y aun enfrentamos, para llegar hasta aquí, pero, compañeras y compañeros, ha valido la pena, la obra de la revolución y sus conquistas sociales, aun en medio de colosales dificultades así lo corroboran.
La Revolución dignificó a Cuba y a los cubanos. La política dejo de ser un feudo de una elite y todo el pueblo se convirtió en protagonista de su destino”.
Porqué, por lo mismo que asentó Rodríguez Costa: “Con valentía y decisión imborrable, hemos tenido que enfrentar la permanente y perversa agresividad del enemigo y un despiadado y cruel bloqueo, condenado por la abrumadora mayoría de las naciones.
Hoy podemos decir a todos nuestros amigos en México y en el mundo entero, con sano orgullo, que ni agresiones externas, ni los golpes de la naturaleza, ni nuestros propios errores han impedido que lleguemos a este 65 aniversario. ¡Aquí estamos y aquí estaremos!”, enfatizó
Con la emoción que se transpiraba y que casi se tocaba, continuó: Hoy Nos convoca un hecho tan relevante y lo hacemos en el espíritu de hermandad, solidaridad y en el empeño de todos por un futuro mejor para nuestros pueblos.
Para luego agregar: Estén tranquilos, la Revolución, lejos de debilitarse, se fortalece. El odio se desintegra frente a la resistencia de un pueblo heroico y creativo, que eligió el amor y la dignidad como fórmula.
Para luego reconocer que México fue entonces un ejemplo de dignidad de la región, al nunca romper relaciones diplomáticas con nuestro país. Esta conducta, continuó, hoy resplandece en las relaciones que exhiben nuestros gobiernos y pueblos.
En ese aspecto relató el diplomático, “Los últimos años han demostrado las potencialidades que tenemos para crecer en conjunto. Lo que significa México para los cubanos y cuán profunda es la huella de Cuba en estas tierras.
El pueblo cubano nunca podrá olvidar la ayuda desinteresada e imprescindible de sus hermanos mexicanos ante las catástrofes naturales, accidentes y otros infortunios que ha padecido nuestro pueblo en estos últimos tiempos.
El pueblo cubano agradece la valiente actitud del gobierno, su presidente y todo el pueblo mexicano, en apoyar a Cuba siempre y en los momentos más difíciles.
Cuba por su parte, reafirma el compromiso de seguir brindando toda nuestra experiencia en la atención médica al pueblo mexicano, la formación de profesionales, ofreciendo nuestras vacunas, revitalizando nuestras economías y trabajando por una América más humana y unida, y pensar como una gran nación desde el Río Bravo hasta la Patagonia.
Para finalmente remarcar, como hemos sido testigos, hoy tenemos muchas cosas que celebrar y por eso estamos tan contentos de tenerlos a todos aquí, pues desde sus modestos lugares han hecho una contribución inmensa a esta bella obra, que son las relaciones entre Cuba y México.
Ustedes han demostrado ser parte de un pueblo que ha derramado sangre en ambas luchas independentistas, que solo nos separa la corriente del golfo, que trajo tradiciones, rituales, comidas, prendas y formas de entendernos más allá de las palabras.
No queremos agregar más, el Embajador Marcos Rodríguez Costa así rubricó su mensaje: “Es verdad que el mar nos separa, por capricho de la naturaleza, pero como dijera Martí: Si yo no fuera cubano, quisiera ser mexicano y siéndolo, le ofrendaría lo mejor de mi vida”.
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