LA DESAPARICIÓN FORZADA, EL DELITO DEL HORROR Por Teodoro Rentería Arróyave Siempre hemos afirmado que el secuestro y su par, la desaparición forzada, son los delitos más ominosos, brutales, en una palabra, inhumanos, tanto para la víctima como para sus familiares y allegados. La incertidumbre de no saber sobre él ser querido, acaba con familias […]
LA DESAPARICIÓN FORZADA, EL DELITO DEL HORROR
Por Teodoro Rentería Arróyave
Siempre hemos afirmado que el secuestro y su par, la desaparición forzada, son los delitos más ominosos, brutales, en una palabra, inhumanos, tanto para la víctima como para sus familiares y allegados.
La incertidumbre de no saber sobre él ser querido, acaba con familias enteras y nos referimos a los parientes consanguíneos o políticos y a los amigos y allegados.
El secuestro tiene como propósito bestial, la obtención de un rescate pecuniario, mientras que la desaparición forzada rebaza esta negociación por la vida de un ser humano y se realiza por motivos políticos, económicos, religiosos e ideológicos.
Son los delitos más precisos de la degradación humana en todos sus niveles o escalas ominosas.
Nunca antes un gobierno había convocado a una reunión para en primera instancia afinar estrategias para la búsqueda de desaparecidos, que por desgracia en nuestro México se cuentan por miles, y los periodistas aportan su número en las estadísticas de estos crueles delitos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en una reunión sui generis, con gobernadores de Movimiento Nacional de Regeneración, MORENA, se han comprometido a diseñar una urgente e inaplazable estrategia para buscar o localizar a desaparecidos en todo el territorio nacional.
Tras la reunión en Palacio Nacional, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, afirmó que la estrategia acordada será la que se sigue en la capital del país, consistente en ir puerta por puerta, cruzar padrones de diversas instancias y hacer llamadas telefónicas con personas denunciantes.
La estrategia fue presentada a los gobernadores y se determinó que se eficientará para determinar si hay gente que ya retornó con sus familias sin que hubiese un registro de ello.
Consiste, además, en “mecanismos de localización, cruce de base de datos, visitas domiciliarias, llamadas telefónicas, identificación de los nombres, búsqueda de personas que se encuentran repetidas en los listados, ubicación de personas que ya fueron localizadas por una instancia local, pero que se encuentran repetidas por otros sitios”.
Está estrategia ya se realiza a nivel nacional por parte de instancias federales, sin embargo, el presidente convocó a los gobernadores a replicarla en sus entidades.
“La Ciudad de México ha tenido una experiencia local, pero ya se va a hacer a nivel nacional, a partir de los cambios que se han dado con la Secretaría de Gobernación y otras instancias federales, se van a hacer coordinaciones para hacer esta tarea cada vez más sistemática y sí, se va avanzando”. “El presidente indicará plazos, tiempos”, puntualizó el Jefe de Gobierno.
En la reunión participaron las y los titulares de Gobernación, Luisa María Alcalde; del Bienestar, Ariadna Montiel; el del Trabajo, Marat Bolaños; y el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas.
Al encuentro acudieron los gobernadores de Zacatecas, Hidalgo, San Luis Potosí, Campeche, Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Quintana Roo, Veracruz, Tamaulipas, Sonora, Colima, Chiapas, Tabasco, Nayarit, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Campeche, Estado de México y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Bienvenida esta convocatoria y está acción que desde luego debe ser fundamentada con las autoridades todas, del fuero común y federal, para llevar sin miramientos a los delincuentes, o como se quiera presuntos delincuentes, de tan atroces delitos ante los tribunales correspondientes.
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