GREGG ABBOTT, EL GOBERNADOR DE TEXAS, PUEDE SER DECLARADO ASESINO DE LESA HUMANIDAD Por Teodoro Rentería Arróyave El gobernador de Texas, Estados Unidos, Greg Abbott puede ser acusado y condenado como criminal de lesa humanidad ante su decisión unilateral de colocar boyas en la franja del Rio Bravo del estado que mal gobierna; según su […]
GREGG ABBOTT, EL GOBERNADOR DE TEXAS, PUEDE SER DECLARADO ASESINO DE LESA HUMANIDAD
Por Teodoro Rentería Arróyave
El gobernador de Texas, Estados Unidos, Greg Abbott puede ser acusado y condenado como criminal de lesa humanidad ante su decisión unilateral de colocar boyas en la franja del Rio Bravo del estado que mal gobierna; según su esquizofrénica mentalidad, para impedir la migración de México hacía ese territorio, seguramente en su soberbia ignara, no sabe nada de historia, sobre todo que, esas tierras fueron arrebatadas a nuestro país en acciones de fuerza y de poder.
Pese a la denuncia del presidente Joe Biden, el texano gobernador se negó a retirar las boyas que ordenó colocar en el río Bravo, y con soberbia le respondió: “nos vemos en la Corte. Texas defenderá su autonomía en la frontera, para frenar la crisis humanitaria que provocó Biden con su política migratoria”.
Es el caso que el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó este lunes, al estado de Texas por haber instalado sin autorización FEDERAL una barrera de boyas en el Río Grande, frontera natural con México, con el objetivo de frenar el paso de los migrantes.
La Fiscalía estadounidense había dado al gobernador de Texas, el republicano Gregg Abbott, un plazo que concluyó este lunes para que retirara las boyas por los riesgos ambientales y humanitarios para los migrantes que supone dicha barrera.
La demanda civil presentada exige la retirada de las boyas al considerar que Texas vulnera la Ley de ríos y puertos de 1899 por haberlas instalado sin autorización del Gobierno del demócrata Joe Biden.
Las boyas de Greg Abbott son una medida que el gobernador de Texas ha implementado para tratar de impedir el paso de los migrantes indocumentados por el río Bravo, que separa a México de Estados Unidos.
Argumenta que las boyas son necesarias para “proteger la seguridad y la soberanía de Texas, así como para evitar más muertes de personas que intentan cruzar el río”.
La desmesurada medida ha sido criticada y rechazada por los gobiernos federales de Estados Unidos y México, así como por organizaciones defensoras de los derechos humanos y por congresistas demócratas.
Mismos que han advertido que las boyas violan la ley federal, los tratados internacionales, los derechos de los migrantes y el medio ambiente, además, pueden aumentar el riesgo de ahogamiento, accidentes y conflictos en la zona fronteriza.
El presidente Joe Biden ha demandado a Abbott ante la corte para que retire las boyas y respete la política migratoria federal.
Abbott, por su parte, se ha mantenido firme en su postura y ha acusado a Biden “de causar -de acuerdo con su esquizofrenia racista-, una crisis humanitaria y de seguridad en la frontera por su política presidencial de ‘fronteras abiertas’”.
Desde luego, el conflicto entre ambos políticos refleja las profundas diferencias ideológicas y partidistas que existen en Estados Unidos sobre el tema migratorio.
Algunos expertos temen que las boyas no disuadan a los migrantes, sino que los obliguen a buscar rutas más peligrosas o a depender de los traficantes de personas.
Refieren que las boyas pueden alterar el flujo del río, afectar la fauna y la flora, contaminar el agua, dañar la pesca y el turismo, y generar conflictos entre los habitantes de ambos lados de la frontera.
Desde luego, la relación entre México y Estados Unidos puede deteriorarse por el desacuerdo sobre esta medida.
El gobierno mexicano, de inmediato, expresó su rechazo a las boyas y ha enviado una nota diplomática al gobierno estadounidense, argumentando que violan el tratado de aguas de 1944 y pueden invadir el territorio mexicano.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, ONU, las crisis migratorias se agravarán en el mundo, ya que según sus cálculos una de cada 23 personas requerirá ayuda humanitaria este año, lo que supone un récord histórico.
Estos militantes del racismo internacional son los que han provocado los más graves conflictos en la historia de la humanidad, ¿hasta cuándo los toleraremos?
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