Miscelánea, salud y política Judith Álamo López En medio de barruntos y la evidente fractura de Morena por la inconformidad de Marcelo Ebrard ante “la presencia de múltiples irregularidades” en el proceso de selección del coordinador de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum Pardo, la corcholata favorita del presidente Andrés Manuel […]
Miscelánea, salud y política Judith Álamo López
En medio de barruntos y la evidente fractura de Morena por la inconformidad de Marcelo Ebrard ante “la presencia de múltiples irregularidades” en el proceso de selección del coordinador de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum Pardo, la corcholata favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador, fue declarada ganadora de la encuesta y por tanto candidata presidencial de Morena para el periodo 2024-2030.
Mario Delgado, líder de Morena abrió el acto de aclamación, rodeado de los presidentes de los partidos aliados del Trabajo y Verde Ecologista, así como los aspirantes Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Noroña. Terminó como debe ser en un morenista: ¡Qué Viva el presidente López Obrador!
Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional, aseguró que no hubo ningún incidente que afectara los resultados del “novedoso proceso”, e hizo un reconocimiento a los seis aspirantes a coordinadores, al presidente y secretario general del partido y a los cuadros de Morena.
En los resultados de las cinco encuestas realizadas por Morena y cuatro encuestadoras independientes, se aplicaron 12 mil 500 cuestionarios efectivos, los errores no afectan el resultado final, y la ganadora incuestionable fue la doctora Sheimbaun con alrededor del 40 % de preferencias.
Aunque desde hace tiempo Marcelo Ebrard había cuestionado la limpieza del proceso por varios indicios de apoyos extraordinarios para promover a la exjefa de gobierno, llegó a acusar a la secretaría de Desarrollo Social de usar los programas sociales para favorecerla, desde antes del mediodía su equipo y él mismo denunciaron incidencias que quitaban certeza a la encuesta madre realizada por Morena, por lo que exigían que se repitiera el proceso.
Sus coordinadoras, la senadora Malú Micher y Martha Delgado, denunciaron que les impidieron con violencia el paso al salón donde se efectuó el recuento de votos, pese a mostrar sus gafetes. Ebrard, alterado, convocó a sus seguidores a una asamblea para dar a conocer cómo procederán, aunque a las 18 horas, la senadora Micher aseguró que están en desacuerdo con el proceso, pero se mantendrán como parte de Morena.
La asunción de Claudia Sheinbaum estaba prevista debido a la mayoría de las encuestas realizadas con antelación la marcaban como favorita con alrededor de 10 puntos o más de diferencia con el segundo lugar, de Marcelo Ebrard. La tendencia se confirmó.
Pareciera que el único ilusionado con un cambio de última hora era el ex canciller, pero esto no se dio en los resultados. No se puede evitar compararlo con Manuel Camacho Solís, su exjefe en el gobierno capitalino, quien nunca aceptó que el presidente Salinas de Gortari postulara a Luis Donaldo Colosio y no a él como candidato presidencial, a pesar de que le había prometido desde estudiantes qué de llegar a esa posición, sería su sucesor.
¿Cuántas promesas se rompieron hoy? Qué habrá ofrecido López Obrador a Marcelo, que lo mantuvo ilusionado, qué pronto olvidó el jefe sus méritos. Ya veremos qué pasa con la rebeldía del ex canciller, si se separa de Morena, mucho se habla de que podría ser el candidato de Movimiento Ciudadano, aunque Dante Delgado ha insistido en que busca políticos diferentes a los de la vieja guardia, quiere ser la tercera vía o sea algo novedoso. ¿Será?
¿Qué podemos esperar ante la pasividad de las autoridades electorales que han permitido todos los desplantes del mandatario? Ha convertido López Obrador la conferencia mañanera en un instrumento de propaganda político electoral a favor del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), donde el mandatario se solaza todos los días con su incontenible metralla verborrea dirigida en contra de todo aquél que no se someta a sus designios o actúe de forma independiente o crítica.
La lucha por el poder para el inquilino de Palacio Nacional sigue cuesta arriba, para él nunca ha cesado la construcción de una República ficticia en la que ha generado bienestar, ha erradicado la pobreza y la corrupción, mejorado la economía, disminuido cifras de homicidios y desapariciones, etcétera… Nada de eso es verdad, los datos institucionales muestran lo contrario.
En el reciente 5° Informe Presidencial el sabueso de Animal Político detectó 100 frases falsas, entre ellas López Obrador dijo que disminuyó la pobreza extrema –Coneval informó que aumentó en 400 mil personas–; miente sobre órganos autónomos –salarios y supuesta inacción en gobiernos anteriores–; niega que hayan aumentado los feminicidios en su administración –aún en cifras oficiales pasaron de 898 en 2018 a 948 en 2022–.
Miente también cuando asegura por México fue de los países con menos casos y muertes por Covid o que nadie se quedó sin hospital –con 800 mil decesos y una política criminal de desorientación e insuficiencia hospitalaria, quedamos en los primeros lugares por muertes a nivel mundial–.
Todos los políticos mienten un poco, ¿pero por qué crear una realidad paralela contrapuesta a la verdadera realidad? Eso es tema a estudio para la psiquiatría, donde se identifiquen los rasgos de personalidad de los líderes populistas sin asomo de conciencia ni responsabilidad.
Explica Fernando Villela Aranda, licenciado en Filosofía de la Universidad Panamericana: la mentira es utilizada como forma de gobierno por parte de López Obrador para justificar sus constantes fracasos, por ello tuvo que darle un giro epistemológico a su narrativa: él es quien ocupa el lugar de la realidad. Todo lo que no se apegue a sus palabras es falso.
Aprovecha su carisma y el apego emocional de sus seguidores obradoristas con quienes creó lazos de identidad, viven juntos la ficción, por eso es agresivo frente a la crítica, la academia o la ciencia, pues le disputan su auto pretendida primacía. ¿Qué tienen que hacer indagando, investigando o analizando la realidad? Todo está en sus palabras (mesiánicas) de líder, sólo deben escuchar, aprender y repetir. López Obrador se aprovecha de la ignorancia de la gente.
Los rasgos caracterológicos del mesías tropical, como lo bautizó el historiador Enrique Krauze, hacen dudar que al concluir su sexenio deje el poder que ha ejercido en forma autoritaria, inconstitucional y arbitraria, golpeando al órgano autónomo, al Poder Judicial y a cualquiera que quiera limitarlo.
Y eso de pasar el bastón de mando –tradición indígena–, más parece una alegoría, para ratificar que pasará el bastón, pero el mando es él. Aunque el INE debió evitar este acto, ahí está como un ejemplo más de propaganda ilegal que confunde al electorado, un engaño más al pueblo bueno que favorece al partido oficial y sus aliados y propicia la inequidad en la contienda. Qué alguien despierte a Consejeros y Magistrados electorales.
AMLO adelantó la sucesión más de dos años al destapar a sus corcholatas o candidatos a sucederlo, consciente de que violaba la ley, pero deseoso de controlar el proceso, posicionándose a la vanguardia como jefe de Morena en la carrera por la sucesión presidencial, partiendo de que quien es más conocido por la gente es mejor candidato y tiene más tiempo de crear empatías y hacer compromisos con la gente.
Desde el principio, el presidente a la única que levantó la mano fue a Claudia Sheinbaum, la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, su más disciplinada pupila, a quien lamentablemente siempre perseguirán los muertos del Colegio Rebsamen en septiembre de 2017, cuando era la alcaldesa de Tlalpan y los de la Línea 12 del Metro, en mayo del 2021.
Poco carismática, sin personalidad definida, la aspirante morenista a la presidencia de la República, la doctora Sheinbaum es criticada por mimetizarse con su jefe en eso de hablar despacio y copiar su entonación, gestos y hasta ademanes, pero los candidatos cambian, conforme avanza su marcha hacia el poder se van revistiendo de su real personalidad. Luego de su triunfo dijo que la transformación del país continúa.
En este caso, quizá despierten a la científica universitaria o a la activista del CEU, ambos espíritus de mantenerse vivos, hasta hoy están dormidos. Y ojalá crezca su tolerancia hacia los cuestionamientos de la prensa, ya que hace poco todos la vimos perder el control ante preguntas incómodas pero planteadas de forma correctas.
La decisión de López Obrador ha sido ratificada por su partido y su militancia, y marca el principio de una enconada lucha por el poder entre los oficialistas encabezados por la doctora Sheinbaum y la carismática senadora Xóchitl Gálvez, candidata del Frente Amplio por México, integrado por PAN, PRI, PRD y organizaciones de la sociedad civil. Con lo que ayer se confirmó que México tendrá por primera vez en la historia una mujer presidenta.
La ingeniero, Xóchitl Gálvez recibió su constancia como única coordinadora del FAM el pasado domingo en un acto celebrado en el Ángel de la Independencia, frente a más de 20 mil seguidores de los partidos coaligados, organizaciones sociales y ciudadanos, con un discurso emotivo, aseguró que “ahora la esperanza es nuestra”.
Flanqueada por representantes de madres buscadoras y pueblos indígenas, además de los presidentes del PRI, PAN y PRD, la senadora llamó a realizar una hazaña y ganar en las elecciones del 2024, prometió abrir las puertas de Palacio Nacional, pero la frase que más se reprodujo en medios fue la regla: “En mi gobierno no habrá ni huevones, ni rateros ni pendejos”. Lo deseable es que se diseñe una estrategia de reconstrucción democrática nacional innovadora.
El presidente López Obrador, aunque no lo admita va en declive. Luego de pronunciar el mensaje político de su 5°. Informe de Gobierno, al mediodía estrenó el Tren Maya con un recorrido deslucido de supervisión de los tramos 2 y 3 del proyecto. Esta obra, pese a su altísimo costo 359 mil 863 millones de pesos hasta el momento, según datos de la SHCP, sólo se desplazó a 60 kilómetros por hora, entre San Francisco de Campeche y Teya, Yucatán, con interrupción de una hora por fallas de funcionalidad.
Pero la nota ese día se la llevó la senadora Xóchitl Gálvez, quien logró quitarle reflectores al presidente al hablar en la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro con motivo de la entrega del 5o. Informe presidencial, fue recibida con la aclamación de los legisladores de oposición con el grito de ¡Presidenta, presidenta!, mientras que los morenistas le hicieron un vacío saliendo del salón de plenos.
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