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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró su rechazo al impuesto del 3.5% a las remesas aprobado recientemente por la Cámara de Representantes de Estados Unidos. A pesar de que la propuesta fiscal fue ajustada desde una tasa inicial del 5%, Sheinbaum calificó la medida como discriminatoria y advirtió que su gobierno seguirá buscando frenar […]
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró su rechazo al impuesto del 3.5% a las remesas aprobado recientemente por la Cámara de Representantes de Estados Unidos. A pesar de que la propuesta fiscal fue ajustada desde una tasa inicial del 5%, Sheinbaum calificó la medida como discriminatoria y advirtió que su gobierno seguirá buscando frenar su implementación.
“Aunque la tasa bajó al 3.5%, nosotros no queremos que haya ningún impuesto a las remesas. Vamos a seguir trabajando, informando a todas y todos, pero es algo que vale la pena señalar”, expresó la mandataria.
La propuesta fiscal, impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump y conocida como “el gran y hermoso proyecto de ley”, fue aprobada por un margen estrecho de 215 votos contra 214. El proyecto será ahora discutido en el Senado, donde el gobierno mexicano continuará su cabildeo con senadores republicanos y demócratas.
El plan ha generado controversia incluso dentro del Partido Republicano, con varios congresistas expresando su preocupación por el impacto fiscal de la medida.
Sheinbaum aseguró que representantes de su administración ya están en contacto con legisladores estadounidenses para explicar los riesgos económicos y sociales de imponer un gravamen a las remesas, especialmente aquellas enviadas por migrantes mexicanos a sus familias.
“Vamos a seguir trabajando sobre este tema para que no haya ningún impuesto. En el caso de México, además, hay un convenio que establece que no debe cobrarse dos veces el impuesto. Es discriminatorio”, advirtió.
México es el segundo país que más remesas recibe en el mundo, solo detrás de India. En 2024, los envíos de dinero desde el extranjero alcanzaron un récord histórico de 64,745 millones de dólares, equivalentes a casi el 4% del PIB nacional.
El gobierno mexicano ha argumentado que el impuesto a las remesas violaría el tratado bilateral contra la doble tributación de 1994, además de tener un impacto negativo en millones de familias que dependen de este ingreso.
Información de AMEXI
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