México, Colombia, Brasil y Argentina encabezan la transformación urbana con construcciones sostenibles, eficientes y adaptadas al cambio climático. Las ciudades de América Latina están dando pasos firmes hacia un modelo urbano más sostenible mediante la construcción de edificios inteligentes, capaces de optimizar el uso de recursos, reducir el impacto ambiental y responder a los desafíos […]
México, Colombia, Brasil y Argentina encabezan la transformación urbana con construcciones sostenibles, eficientes y adaptadas al cambio climático.
Las ciudades de América Latina están dando pasos firmes hacia un modelo urbano más sostenible mediante la construcción de edificios inteligentes, capaces de optimizar el uso de recursos, reducir el impacto ambiental y responder a los desafíos del cambio climático. Entre las naciones que lideran esta transformación se encuentran México, Colombia, Brasil y Argentina, donde se integran tecnologías innovadoras y estándares internacionales como la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental).
En entrevista con Jeff Benavides, director de rendimiento a escala y carteras del US Green Building Council (USGBC), se destacó el papel de Ciudad de México como referente regional en materia de sostenibilidad. Su regulación ambiental, sumada a la necesidad de eficiencia en agua y energía, ha incentivado el desarrollo de proyectos certificados. La capital mexicana incluso ofrece incentivos fiscales a edificios que demuestren mejoras comprobadas en eficiencia hídrica y energética.
Bogotá, por su parte, avanza con proyectos de construcción verde que buscan disminuir la huella de carbono. Mientras tanto, en Buenos Aires, la modernización de edificaciones históricas a través de tecnologías eficientes ha permitido preservar el patrimonio arquitectónico sin renunciar a la sostenibilidad. En Brasil, los desarrollos urbanos sostenibles se concentran en zonas costeras, donde se promueve una integración equilibrada entre crecimiento económico y respeto ambiental.
“Las certificaciones ambientales no solo elevan el rendimiento de los edificios, sino que también atraen inversión interesada en resiliencia y eficiencia a largo plazo”, señala Benavides. En este contexto, el diseño urbano adaptado al cambio climático —mediante el aprovechamiento de recursos naturales, la reducción del consumo energético y una planificación inteligente— se ha convertido en una prioridad estratégica.
El auge de los edificios inteligentes en Latinoamérica es resultado de una combinación de factores: regulación gubernamental, acceso a financiamiento verde y una creciente demanda por soluciones constructivas más eficientes. Con un mercado inmobiliario en transformación y una ciudadanía cada vez más consciente, las principales ciudades de la región continúan avanzando hacia un futuro urbano más sostenible, resiliente y tecnológicamente conectado.
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