La banda se presentó este viernes en el escenario del Lunario del Auditorio Nacional íntimo del Auditorio Nacional con lo mejor de su repertorio musical.

Desde muy temprano, el evento reunió a una gran cantidad de seguidores (de todas las edades), quienes disfrutaron de una noche cargada de vibras positivas y música envolvente.

La banda, reconocida por su sonido único que fusiona reggae y rock, no decepcionó a su público, ofreciendo una presentación enérgica y llena de pasión.

A las 20:30 hrs el recinto ya estaba abarrotado, con cerveza en la mano y mucho entusiasmo, chicos y grandes esperaban el inicio del show. Para encender motores, la banda chihuahuense Panamá Cha Cha salió al escenario con toda la actitud para compartir parte de su repertorio.

Durante treinta minutos la gente gozó de la música de Panamá Cha Cha, fue tan bien recibido el show, que al final el público gritó “otra”, “otra”, “otra”. Cuando salieron del escenario, agradecieron y se tomaron una fotografía con el público.

La gran hora llegó, cada integrante de Antidoping tomó su lugar en el escenario y el vocalista dijo: “¿Cómo están familia?, ¿Están listos? Se escucharon las baquetas chocar y fue a las 21:20 hrs cuando el show dio inicio con “El mar” y “World on fire”.

En el escenario se podía leer “Antidoping”, justo en el centro; en todo momento estuvo iluminado por diversas luces verdes, rosas y moradas.

También hubo láser que iluminaban las caras de los asistentes, dándole un toque especial al show y al recinto.

Además, el Lunario, conocido por su ambiente íntimo y su excelente acústica, fue el escenario perfecto para que Antidoping brindara una experiencia cercana y emocionante.

“Qué alegría estar aquí esta noche. Mi corazón se está llenando, muchas gracias, qué hermoso”, dijo el vocalista de la banda en una pausa.

“Te encontré”, “Big party” y “Steppa” fueron los temas con los que la banda continúo la noche.

Algunas personas bailaban, otras aplaudían y muchas solo disfrutaban del ritmo. Realmente el show estaba fluyendo muy rápido, habían pasado media hora y ya casi llegaban a la mitad del espectáculo.