De Política Alejandro Álvarez Manilla Quedan 395 días en la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. Esto por el cambio legislativo que se hizo, para que el gobierno federal concluya el 31 de septiembre de 2024. Así concluirá, el primer gobierno de la “Cuarta Transformación”. Gobierno que deja mucho a deber por tener herencia de […]
De Política Alejandro Álvarez Manilla
Quedan 395 días en la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. Esto por el cambio legislativo que se hizo, para que el gobierno federal concluya el 31 de septiembre de 2024.
Así concluirá, el primer gobierno de la “Cuarta Transformación”. Gobierno que deja mucho a deber por tener herencia de administraciones pasadas con sus tendencias y vicios, que no le permitió hacer el cambio prometido, la corrupción e inseguridad siguen latentes. Y con el caldero político encendido, hoy toda información política gira entorno a las campañas adelantadas disfrazadas de asambleas informativas, o promociones personales.
Desgraciadamente estas precampañas se han ensangrentado, claro con víctimas “colaterales”, al perder la vida promotores de aspirantes de MORENA, uno por accidente aéreo donde piloto, copiloto y pasajero murieron el viernes pasado al despegar del puerto de Veracruz, y otro más en un robo donde perdió la vida junto a su hijo en la fatídica autopista Cuernavaca- Acapulco el sábado pasado.
Este gobierno presidencial, divido a cinco años de gobierno al país. Tenemos mexicanos “Chairos y Fifis”, los simpatizantes beneficiados del gobierno, y los críticos trabajadores activos y que pagamos impuestos, mismos que vemos las discrepancias de las políticas públicas y los equivocados cambios que han realizado sin beneficio para el país, como la extinción de fideicomisos, entre otros cambios.
Aun con el país violento, está la esperanza del cambio que esperamos, aunque en 60 meses poco se podrá hacer.
La violencia domina y somete a pobladores de todo México, grandes tragedias como incendios provocados, cierre de caminos, manifestaciones con intereses que se disfrazan de sociales y, que atrás de ellas está el crimen organizado, homicidios y robos, es lo común en este tiempo.
El país es invadido de migrantes que pagan por cruzar, y son controlados por grupos delincuenciales, y que para atravesar la republica sufren mal trato y vejaciones. Para después enfrentar el pasar el río Bravo, donde están expuestos a la cacería de la patrulla fronteriza norteamericana, y de cazadores de la Asociación del Rifle estadounidense. A lo cual la autoridad no tiene injerencia.
El actual gobierno heredo el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa, los normalistas del estado de Guerrero, que después de 11 años de esa barbarie, no se esclarece lo ocurrido, y sus familiares realizan marchas los días 26 de cada mes, con la esperanza de encontrarlos.
Al igual, el sector Salud, quedo sin inversión adecuada y con la desaparición del “Seguro Popular”, enfermos quedan desamparados de esa atención social. También como cada administración busca plasmar su paso a través de los libros de texto gratuitos, y esta no es la excepción, ahora estados han retirado los libros por no tener procedimientos de enseñanza pedagógicos, pero si ideológicos.
Otra herencia sin solución es el rescate de cuerpos de los trabajadores atrapados en la mina Pasta de Conchos. Sumado a ello la inflación, que ha provocado altos precios, y la gran distracción política que deja en el olvido acciones de gobierno. Aunque por su actividad, detona la economía en algunos lugares.
Esperemos, que, ya establecidas las campañas formales, las autoridades se dediquen realmente a atender los problemas del país, se combata la inseguridad, se fortalezca el crecimiento económico y el sector salud tenga una adecuada inversión para la atención para los mexicanos.
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